A lo largo de la historia, el pan ha sido uno de los principales alimentos. Con el transcurso del tiempo y por la diversidad cultural de los pueblos se prepara una amplia variedad de bocados muy apetecidos.
Diariamente se saborean calientes, crujientes, frescos, combinados con cremas, mermeladas y otros. Son parte de la gastronomía popular.
De esa gama de panes que se encuentran en el mercado, muchos proceden de determinados hornos, elaborados con ciertos trucos y secretos.
Buen pan de AmbatoPinllo, Tungurahua
El pan es tradición en la capital de Tungurahua y por su gran aceptación surgió la comparativa frase “Es tan bueno como pan de Ambato”.
El olor del pan caliente es típico en Pinllo. En esta parroquia, diez familias elaboran pan como en la antigüedad: en horno de leña.
Dicen que limpiar el horno con miel de abeja y encender ramas de eucalipto hasta la temperatura máxima son los secretos para ese olor y sabor especiales.
Francisco Armendáriz, uno de los habilidosos artesanos, reveló que su secreto es hacer descansar la masa durante cuatro horas. Luego unta manteca de cerdo y hornea por 20 minutos.
“El sabor único del pan de la ciudad se debe a su elaboración artesanal: con leña y mucho amor”, dijo Amanda Poveda.
A la orilla del marCadeate, Santa Elena
En Cadeate, población ubicada en la Ruta del Spondylus, a 65 kilómetros de la capital Santa Elena, el 80 % de la población (alrededor de 4.000 personas) trabaja elaborando este producto, en las 124 panaderías del lugar.
Williams Suárez, presidente de la comuna, señaló que parte del éxito de los panaderos se debe a que la mayoría amasa la harina a pulso y trabaja con horno de leña.
En Cadeate, conocida como la ‘Capital del Pan en la Península’, elaboran esta delicia desde mediados del siglo XX, aunque no se conoce con exactitud cómo nació aquí el oficio.
Los panes tienen nombres creados por los nativos: mollete, come callado, pecho de novia y los tradicionales panamitos, palanquetas y enrollados están entre los más apetecidos. (JL)
Compite con tamalesLoja
En Loja, el pan es esencial en el desayuno, compitiendo en preferencia con los tamales y humitas.
Desde hace 15 años, Marlene Jaramillo elabora cachitos, pan de maíz, empanadas de manjar y de pollo, galletas, palanquetas. Diariamente comercializa 1.200 unidades.
Ella manifestó que el pan lojano es especial porque aún lo hacen en forma artesanal, con manteca de cerdo, leche y huevos.
Marlene aseguró ponerles poca levadura, y a los panes de dulce los baña con miel de abeja. (FI)
Con quesillo y mielCuenca, Azuay
Rodilla de Cristo, costra y mestizo son tres de las variedades de pan que tanto gustan a los cuencanos y que son horneadas preferentemente en los tradicionales hornos de leña.
El que se llama rodilla de Cristo fue bautizado así porque en el centro tiene una decoración con quesillo en forma de rodilla.
El pan mestizo es elaborado con harina de mollete (harina de trigo sin tratar) y tiene una coloración ceniza. Mientras que el pan costra tiene una masa de dulce con el 50 % de miel de caña. (JM)