El pánico se apoderó de Mercedes Portilla cuando un jauría de unos quince perros presuntamente la atacó, la mañana del lunes, en la Ferroviaria Media, un barrio del sur de la urbe.
Recuerda pocos detalles del aciago suceso, pues el temor la sumió en un estado de ‘shock’, del que se repuso luego de que un hombre la levantara del suelo tras alejar a los canes con un palo.
Esta ama de casa, de 65 años, caminaba hacia sus clases de bailoterapia cuando sintió una mordida en un brazo. “Se lanzaron sobre mí, un perro tras otro. Caí en el pavimento boca arriba, luego me di la vuelta para cubrir mi cara, mientras ellos me mordían por todo el cuerpo. Yo solo escuchaba los ladridos. ¡Estaba paralizada!”, relató.
Portilla no fue la única víctima. Según varios moradores de la zona, otras seis personas más supuestamente sufrieron su ira.
Marjorie Cruz, una estudiante universitaria de 19 años, transitaba por los alrededores cuando los animales la agredieron. “Vi que eran bastantes. Al morderme me subí a la reja, pero me cogieron la pierna”, apuntó.
Sus heridas fueron bastante profundas, casi llegaron al hueso. De ahí que ahora no pueda mover los dedos del pie.
Marjorie no quiere salir a la calle, pues teme otro ataque. Y desde el incidente, le cuesta mucho dormir. “Yo gritaba, pero nadie hacía nada. Solo un señor los alejó con una correa. Cuando uno me soltaba, llegaban otros a morderme”, añadió.
Vecinos ConmovidosA pesar de todo, los vecinos se mostraron algo apenados debido a que los canes fueron retirados del lugar por la Agencia Metropolitana de Control. La propia Mercedes expresó su tristeza porque los animales eran la única compañía de su dueño, un adulto mayor que labora como cargador en el camal.
María Velasco y su hija Sara compartieron ese pesar. Ambas indicaron que el cuidador de los perros lloraba desconsolado cuando las autoridades cargaron a sus mascotas: “‘¡No se lleven a mis guaguas!’, gritaba el mayor”.
Según María, el hombre recuperó a uno de los animales, que era su “consentido”, después de que lo introdujeran en una jaula. “Con ese perrito dormía”, apostilló su hija.
Para los habitantes del barrio, esta problemática aqueja al sector desde hace unos cinco años. Revelaron que, por un lado, los canes custodian las calles y alejan a los ladrones, pero por otro “se han vuelto agresivos” debido el supuesto maltrato que reciben de algunos transeúntes. Además, una moradora destacó que su comportamiento tal vez haya empeorado también porque hay quienes los alimentan “con carne cruda”.
Este no es el primer caso similar que se registra en la zona. En enero de 2015, una niña de 11 años presuntamente fue agredida por la “misma manada”, recordaron algunos vecinos. Sin embargo, a todos ellos les preocupa el futuro de los canes y temen que sean sacrificados.
Christian Rivera, director del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), puntualizó que trece ejemplares fueron retirados. Todos ellos son mestizos y están en buenas condiciones.
Miembros de Urbanimal y PAE, dos fundaciones especializadas en la protección y bienestar de los animales, participaron en las labores de rescate de los canes, que actualmente se encuentran en una evaluación de comportamiento y, si es posible, entrarán a un proceso de adopción. Seis de ellos descansan en el albergue de Alangasí y serán esterilizados en días próximos.
A juicio de Rivera, incidentes de este tipo se dan principalmente con perros abandonados y que han sufrido violencia (de sus propietarios o de quienes les tiran piedras y les propinan palazos en la calle).
Ante posibles ataques, el director del COE recordó que los canes sienten la actitud del humano, por lo que recomienda mantener la calma, quedarse quieto y evitar el ingreso al territorio de la manada.
Por otro lado, agregó que las personas afectadas recibirán apoyo psicológico.
Pueden rehabilitarseGabriel Zambrano, comunicador de PAE, manifestó que, aparentemente, los canes retirados no presentan rasgos de agresividad. Y estimó que su comportamiento pudo haberse generado porque una hembra esté en ‘celo’ y los machos pretendieran cuidarla.
Según Zambrano, las probabilidades de que estos animales se rehabiliten son muy altas, pero para lograrlo hará falta paciencia y un buen trato.
Mantenga la calmaMaría Alejandra Reyes, presidenta de la fundación Lucky, detalló que en muchos casos los ataques de este tipo se dan porque los perros son violentados y abandonados.
Ante una agresión, recomendó mantener la calma y destrabar la mandíbula de los canes para que suelten a la persona agredida.
Según indicó, es contraproducente darles palazos, pues esto incrementa la furia del animal. Tanto Christian Rivera como Gabriel Zambrano compartieron su análisis y, además, destacaron la importancia de no entrar en su territorio. En caso de incidentes, aconsejó ponerse en contacto con la Agencia Metropolitana de Control.