La dulce espera terminó. Cumplido el período de gestación, Diane Rodríguez Zambrano, de 34 años, conocida activista por los derechos de las personas gays, lesbianas, bisexuales, transgénero e intersexuales (Glbti), tiene entre sus brazos a su anhelado primogénito, procreado con su pareja, de nacionalidad venezolana.
Nacida hace nueve días mediante cesárea, la tierna criatura es la nueva razón que tiene la conocida trans femenina, y defensora de las familias diversas, para impulsar sus jornadas de lucha a través de la Asociación Silueta X.
Atrás quedaron los antojos de “cosas dulces, grasas y todo lo que engorda”, que tanto apetecían al padre gestante y trans masculino Fernando Machado Quevedo, de 23 años. Ahora, sus actividades diarias se han multiplicado con su nuevo rol familiar.
Como pareja primeriza, Diane y Fernando se turnan para cambiar pañales, preparar teteros y arrullar al niño, quien de día duerme mucho y en las noches les “hace fiesta”.
Los delicados manoteos y gestos del recién nacido son el aliciente que les ayuda a sobrellevar las horas sin dormir, propias de las madrugadas posteriores al alumbramiento.
Ambos se funden en suaves caricias hacia su inocente retoño, que apenas abre aún los ojos al escuchar las voces de sus padres.
CAMBIO DE CASALa llegada del bebé aumentó el ‘corre corre’ de los Machado Rodríguez, quienes tuvieron que acelerar la mudanza a su nueva morada, que construyen con sus ahorros en un sector del norte de Guayaquil.
El alumbramiento se produjo en los días límite en que debían entregar su pequeño departamento del centro porteño. La nueva casa aún no estaba lista, de modo que cuando Fernando salió de la clínica y retornó a su domicilio recién operado, debió subir ocho pisos porque el ascensor se había dañado.
Pese a no estar terminado el inmueble, la familia se mudó y, poco a poco, va superando los inconvenientes y arreglando la habitación del niño, en la que destaca una cuna cubierta con prendas en tonos de color celeste.
“La mudanza fue horrible. Recién en esta última semana pintaron. Había demasiado polvo”, resume Diane mientras dos trabajadores continúan con sus quehaceres en la planta baja de la nueva vivienda.
Arriba, Diane y Fernando miman al bebé. Abajo, uno de los obreros, rodillo en mano, termina de aplicar pintura blanca en una pared; el otro, ejecuta trabajos de albañilería.
FAMILIA DIVERSAEl menor de edad, que aún no está inscrito en el Registro Civil y cuyos padres todavía no encuentran un nombre apropiado para él, representa la consolidación de lo que es “la familia diversa”.
“Desde que decidimos hacer público que Fernando estaba embarazado y empezó a llamar la atención, nos dimos cuenta de que estábamos en medio de un tema que es de familia diversa”, acota la activista, quien siempre ha procurado mantener su vida personal alejada de la esfera pública.
Al dar a conocer al niño procreado en una relación formada entre una trans femenina y un trans masculino, quieren visibilizar que ellos no son los únicos que han conformado este tipo de familia, ni tampoco los primeros.
Según Rodríguez, hay más parejas como la suya que tienen hijos, pero prefieren mantenerlos en secreto. Por ejemplo, revela que hace unas dos décadas, en la capital, una pareja en una relación similar a la de ellos (trans masculino con trans femenino) engendró a una hija. “Con la visibilización de nuestra familia, tratamos de que el resto poco a poco puedan salir a la luz y de que no sufran ninguna discriminación. Es nuestra situación personal, combinada con activismo”, precisa Rodríguez.
UN NIÑO DE AMORAcomodándose en una silla porque aún siente dolor en la herida provocada por la operación, Machado expresa no tener temor a que su niño sea marginado por formar parte de una familia como la suya.
“Siempre va a haber discriminación. Si un niño es gordito, si es bajito, por su color... Lo importante es que vamos a educar a nuestro bebé para que sea un portador de amor y él va a educar a todo aquel que lo discrimine”, resalta el padre, que aún conserva su acento venezolano.
El bebé sigue durmiendo, soñando. Entre tanto, los padres acomodan sus pequeñas prendas, juguetes y obsequios. Ambos dicen que se están preparando para lo que deberán enfrentar con la criatura en el futuro. Pero hasta entonces, se limitarán a disfrutar de la ternura que el recién nacido transmite desde el cochecito, que Rodríguez mece suavemente.
A LA CABEZA DE LA CARAVANAA la vez que está pendiente de los cuidados del bebé y de la terminación de su casa, Diane no descuida los preparativos para el desfile por el Día del Orgullo y Diversidad Sexual, donde presentará en público a su hijo.
La jornada tiene por tema ‘Familia Diversa’ y Fernando, con el nene, encabezará la caravana, organizada por la Federación Ecuatoriana de Organización Glbti. El acto se realizará en el Malecón Simón Bolívar, centro de Guayaquil, el sábado 25 de junio.
Rodríguez adelanta que a través de la asociación que preside (Silueta X) gestiona los permisos correspondientes para el evento, en el que estarán presentes activistas de todas las provincias con sus grupos para manifestarse, una vez más, por el respeto a la identidad de género.
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