'Reinan' en los callejones más recónditos de Monte Sinaí, allá donde las frágiles paredes de caña parecen tener oídos para detectar a los ‘sapos’, donde los malvados intentan imponer la ley del silencio a quienes afrontan su incierto futuro con la esperanza anegada y el corazón en vilo.Ya no marcan su territorio con llamativos grafitis que puedan alertar a las fuerzas de seguridad y han optado por ‘racionar’ las balas que antaño encapotaban el cielo guayaquileño con su fúnebre melodía. Incluso cubren sus ostentosos tatuajes bajo prendas que no siempre lucen los tradicionales negros y amarillos de la Todopoderosa Nación de Reyes y Reinas Latinos.Pero varios confidentes sostienen que presuntos ‘latin king’ “están reclutando” a “cientos” de pelados en los alrededores para su nuevo frente de guerra: el microtráfico.
EL MIEDO LOS ATENAZAAunque tratan de “ser discretos”, sus métodos, acompañados de supuestas amenazas, robos y palizas, han instaurado el pánico entre los vecinos. Quizás porque la organización de la que dicen formar parte goza hoy de un estatus legal y ha renunciado a la violencia para emprender proyectos comunitarios.“El tema ya está en los colegios. Es tremendo”, destaca el testigo de un fenómeno que, según él, “va en aumento”.Al parecer, llegaron hace unos cuatro meses para unirse a ‘los Rusos’, una de las bandas más temidas del Puerto Principal, y se han implantado en cooperativas como “Esfuerzo Propio, San Felipe Neri o Balerio Estacio”.Desde su aparición, se han vivido duros episodios, como el de un padre que presuntamente recibió “una tunda tremenda” por reprocharles “que hubieran inducido a su hijo al consumo de droga”; o el de una mujer que, tras denunciar el robo de su televisor y descubrir la supuesta vinculación del ladrón con los ‘Latin King’, recibió una visita inesperada. “Le dijeron que si alguien caía preso por su culpa, se vengarían”, añade otro de los informadores.
EL ORIGENJohnny Arévalo, de 36 años, es el presidente de la Asociación ‘Latin King’ de Ecuador desde 2010, apenas unos meses después de que se legalizara mediante un acuerdo firmado por la Subsecretaría del Ministerio de Inclusión Económica y Social.Lejos de ocultar el problema, desmarca a sus ‘hermanos’ de quienes, con sus prácticas delictivas, pretenden “tirar al piso” un arduo trabajo en beneficio de la paz. Y da algunas posibles claves para entender lo que sucede en uno de los sectores más vulnerables de la ciudad.Arévalo presume que los implicados son pandilleros “desterrados” del colectivo tras el abandono de las armas, así como otros ‘latin king’ que adquirieron el rango de ‘reyes’ en prisión y operan con los primeros, fuera del control de la asociación.Porque en 2009, cuando el colectivo empezó a impulsar proyectos de mediación, reinserción, microemprendimiento y prevención, “unos 1.500” de sus 21.000 integrantes fueron expulsados o lo abandonaron por no compartir la nueva política de sus líderes.“Cuando paras una guerra, no satisfaces todas las necesidades. Había muchos jóvenes con energía. Pensaban en tener conflictos, porque en su mayor parte eran jefes de guerra. Pero nosotros pusimos en marcha una enmienda interna. Antes, para ser un ‘latin king’ tenías que hacer algo fuerte. Ahora, debes estudiar”, resalta a EXTRA.Sin una causa por la que seguir combatiendo, los disidentes, que salvo en casos “especiales” continuarán siendo ‘reyes’ de por vida porque así lo dictan las normas de la Nación, fueron “absorbidos” por “mafias” rivales, hasta el punto de que han protagonizado “bastantes atentados” entre ellos.Muchos terminaron en la antigua Penitenciaría del Litoral, donde estrecharon lazos con ‘los Rusos’ y conocieron los estragos de la ‘H’, antes de que sus nuevos aliados lanzaran el narcótico a las calles entre 2011 y 2012, tal y como lo confirmaron a este diario fuentes de la Unidad de Antinarcóticos el año pasado.“Quienes consumían dentro eran nuestros jóvenes. ‘Los Rusos’ daban -‘H’- a los presos que salían y estaban enganchados para que vendieran. Unos 40 ‘hermanos’ ya han muerto por esa droga”, desgrana Arévalo.Los “desterrados” instruyeron a soldados afines en la cárcel, que lograron el grado de ‘reyes’. Y otros incluso decían ser miembros de los ‘Latin King’, a pesar de que no habían superado las fases preparatorias: “Han conocido la organización dentro del penal, pero no tienen nuestra ideología. Si allá me hago ‘latin king’ y cuento con dinero y diez pelados, manejo por conveniencia el nombre…”.Hoy podrían sumar alrededor de “3.000” pandilleros en total, de ahí que el presidente de la asociación esté realizando un sondeo para analizar a fondo la situación. Porque no conoce a la inmensa mayoría. “Estoy tratando de llegar a ellos. Algún día regresarán a sus barrios. Y tengo que controlar que cuando vuelvan, sus zonas estén bien. Si no hacemos algo, se nos va a salir de las manos”, sentencia.Pero tampoco se olvida de las víctimas. Antes de finalizar la entrevista con un firme apretón de manos, Arévalo muestra su solidaridad con ellas y les recomienda que denuncien los abusos sufridos a manos de los delincuentes: “Debe ser por ese canal. Y si lo desean, que nos ubiquen. Estamos dispuestos a darles la mano y a buscar a esos elementos”.
LOS DISIDENTES CAUSAN CONFLICTOS EN DURÁNKing Real’, de 32 años, ostenta el cargo de director nacional en la Corporación de Reyes y Reinas Latinos de Ecuador, colectivo con personalidad jurídica desde 2007 y presencia “en Quito, Guayaquil y Durán”.El joven prefiere no revelar su identidad, pero constata que, en este último cantón, son “muchos” los casos de antiguos integrantes que han protagonizado conflictos tras no adherirse al proceso de paz de su colectivo, materializado hace diez años. De hecho, sus líderes expulsaron entonces a unos 300.“Sabemos que no debemos andar con armas, que no debemos andar con droga. Pero el que anda, que se atenga a las consecuencias legales (...). Es gente que ya no quiere seguir las reglas y desea hacer lo malo”, remarca.A pesar de estos episodios, ‘King Real’ asegura que su organización actúa contra quienes manchan la imagen del resto y que está comprometida con el acuerdo de paz vigente. “A veces, hay uno que se escapa por ahí y puede que rompa o dañe todo el proceso. Cuando -alguien- es un estorbo y causa problemas, se le dice que cambie de barrio. Lo que pasa es que si suben los índices de violencia en una zona donde están los ‘Latin King’, el problema en realidad es para ellos”, precisa.
“RESURGIMIENTO” DE “PEQUEÑOS” GRUPOSNelsa Curbelo, coordinadora del Centro de Gestión de Conflictos y Cultura de Paz, trabajó durante años con las pandillas para poner fin a la guerra que tantas vidas se cobró.A pesar de los grandes avances obtenidos, dice ignorar si el cese de la violencia es total y no se atreve a dar una cifra concreta del número de víctimas que ocasionó el conflicto: “Es difícil. Por mucho tiempo, su realidad se negó y las muertes se atribuyeron a otras causas. Luego, todo se atribuía a ellas, fuera o no cierto”.Pero Curbelo sí ha detectado un “resurgimiento” de “pequeños” grupos, principalmente en los colegios, y recuerda que esta clase de organizaciones son el “espejo” de una sociedad “manchada”.
LA NACIÓN EN ECUADORCOLECTIVOS1) ASOCIACIÓN ‘LATIN KING’ DE ECUADORPresente en todas las provincias del país (legalizada en 2009).2) CORPORACIÓN REYES Y REINAS LATINOS DE ECUADOREn Quito, Guayaquil y Durán (con personalidad jurídica desde 2007).
NÚMERO TOTAL DE INTEGRANTES (SEGÚN LA ASOCIACIÓN)2006: 15.0002009: 21.0002014: 22.0002016: 25.000 (12.000 de ellos en Guayaquil)
LÍNEAS DE TRABAJO DE LA ASOCIACIÓN TRAS SER LEGALIZADA1) MEDIACIÓNIntegrantes de unas 60 pandillas, incluidas los ‘Latin King’ y los ‘Ñetas’, crearon la Mesa de Mediación y la Mesa de Liderazgo para buscar soluciones a conflictos pasados aún sin cerrar y a otros nuevos que puedan surgir. Ambas siguen operativas y son “primordiales”.
2) REINSERCIÓNTalleres de capacitación de cerrajería, barbería, serigrafía, liderazgo, relaciones humanas… En estos últimos se ayuda a los jóvenes a superar el odio, a llenar el vacío que dejó la guerra con los ‘Ñetas’... Porque superar el pasado “ha costado mucho”. La religión también les ha servido de apoyo.
3) MICROEMPRENDIMIENTOCreación de pequeñas empresas, en colaboración con entidades públicas y privadas, como establecimientos de comida rápida, barberías, lavadoras de carros, cerrajerías…
4) PREVENCIÓNDebido a que los ‘Latin King’ fueron “los primeros afectados” por la ‘H’, se acercaron a las autoridades para luchar contra el alcaloide. A partir de ahí, han trabajado en campañas de prevención con distintas entidades estatales. Ahora cuentan con una casa en la intersección de la avenida 9 de octubre y la calle Carchi, donde han dado forma a un estudio de grabación para que los adolescentes se alejen de las drogas y saquen su talento a través del rap y el hip hop.