Lo que hasta hace 7 años era un lugar descuidado y lleno de pillos, hoy es uno de los sitios patrimoniales más visitados por turistas nacionales y extranjeros.
La Ronda cobró vida y ahora más que nunca los moradores del antiguo lugar buscan vitalizar sus actividades y fortalecer el turismo a través de talleres prácticos y juegos tradicionales.
“Hemos rehabilitado tres inmuebles para que los artesanos den a conocer sus habilidades y permitan traer a la actualidad los oficios del Quito antiguo”, señaló Doris Peñaherrera, jefa de productos turísticos de la empresa pública Quito Turismo. Desde las 09:00 de todos los días los 10 artesanos que ingresaron en el proyecto “Manos en La Ronda” abren las puertas de sus locales para recibir con una amplia sonrisa a los visitantes y cuando el sol se esconde, ellos también se alistan para cerrar las puertas.
Los talleres son totalmente gratuitos y además los juegos tradicionales como la rayuela, el sapo, puntería en los tubos, el ula ula y otros pueden ser utilizados por los más pequeños del hogar sin tener que pagar un solo centavo.
Según las cifras de Quito Turismo, La Ronda recibe mensualmente a cerca de 3.000 turistas, quienes encuentran en el sitio seguridad, buena señalización y sobre todo mucho afecto de quienes apostaron por la renovación del lugar.
PURO SABOR A CACAOEn la planta baja de la casa 989 se encuentra Chez Tiff, un lugar para los amantes del cacao y el chocolate.
Cristina Báez, junto a su esposo suizo decidieron poner en marcha su proyecto de dar a conocer las diversas formas de consumir cacao.
“Nos dimos cuenta que debíamos utilizar la buena materia prima que tenemos en el país y no la sabemos valorar”, indicó Cristina, mientras tanto su esposo Bertrand molía con fuerza el cacao para obtener una pastilla pura.
Chez Tiff ofrece chocolates rellenos de pura fruta o con un licor netamente ecuatoriano: pájaro azul. Además, tienen cacao mezclado con ají, con pepa de zambo e incluso con la planta de estevia para que los diabéticos no se queden con las ganas.
APRENDA a HACER FRÍAS DELICIASCon gran habilidad Carlos Manya enseña a los visitantes la preparación de los famosos helados de paila.
“Son tres pasos los que debemos seguir, primero es el jugo, luego el secado y finalmente la cremosidad”, explicó el joven mientras los visitantes veían girar la paila en donde se mezcla el jugo.
Las nuevas combinaciones son la sensación de los golosos clientes, quienes ahora prefieren probar sabores como limón-albahaca, mora-cedrón y tamarindo-hierbabuena.
UNA RECETA DE TRADICIÓNLas mejores quesadillas, las de San Juan, llegaron a La Ronda para deleitar el paladar de todos, pero esa no es la única sorpresa, pues Manuela Cobo, la dueña por tercera generación del negocio, les enseña a sus clientes cómo prepara tan exquisito manjar.
Las quesadillas de San Juan han encantado a nacionales y extranjeros durante 77 años.
NO SE PIERDE LA TRADICIÓNHace 45 años Gerardo Zabala se dedica a fabricar los inolvidables trompos que han divertido a decenas de generaciones.
Cuando los visitantes ingresan en su taller el sabio hombre les muestra cómo se utiliza el veloz torno y se le da forma a la madera para convertirla en lindas figuritas.
“Hay que lijar bien porque toda madera tiene sus astillitas, esto queda listo en cinco minutos”, explicó Zabala mientras elaboraba un trompo en medio de los turistas.
El hombre asegura que se quiere recuperar las tradiciones y no olvidar los antiguos juegos que fascinaron a más de uno.
El lugar de las abejasAl ingresar a Api Real lo único que se percibe es el olor a miel, combinado con exquisitas frutas y hierbas naturales.
“Aquí innovamos y utilizamos la materia prima para elaborar nuevos productos”, dijo René Gutiérrez, dueño del negocio.
Mientras explicaba cuatro turistas francesas se volvían locas con los diferentes usos que se le puede dar a la miel. Cremas, jabones e incluso brillos labiales son fabricados gracias a las abejas, en Api Real podrá poner manos en la miel y aprender a elaborar los más diversos productos.
También puede visitar sitios como Catzo, donde se imparten talleres para diseñar joyas con estilo precolombino, místico y colonial, además encontrará Art Lumiere, donde aprenderá la magia de las velas decorativas.
En la casa 989 también se encuentra El Rabel, lugar donde se elaboran las más bellas guitarras, si es un amante de la música no le quedaría mal conocer el proceso para diseñarlas y confeccionarlas.
El maestro Humberto Santacruz, cirujano de pianos, lo deleitará con su increíble música.
La Hojalatería Silva es el lugar propicio donde se recordará los pequeños objetos de hojalata con los que se solía jugar hace varias décadas y, una vez más, se volverá a sentir niño.