Un diario ruso recogió la que quizás sea la más extraña teoría sobre la caída de un meteorito en la región rusa de Cheliabinsk, que el viernes 15 de febrero dejó 1.500 heridos y cuatro mil edificios y viviendas con daños.
La web chilena www.24horas.cl, informó ayer que el diario La Voz, de Rusia, publicó un vídeo en el que supuestamente se ve un ovni interceptando la trayectoria del meteorito y causando su estallido antes de que impactara contra la Tierra.
El vídeo fue divulgado por Guennadi Belímov, un aficionado al estudio de reportes ufológicos, quien dijo que consiguió un vídeo “en el que se ve claramente al principio que un objeto volador impacta” al meteorito. Belímov va más allá y sostiene que podría tratarse de una nave espacial extraterrestres que interviene para “salvar a la Tierra”.
No es primera vez que los ufólogos rusos vinculan caídas de meteoritos con Ovnis. En 2009 un científico de la Fundación de Fenómenos Espaciales, doctor Yuri Labvin, dijo que en el evento de Tunguska en 1908 una nave extraterrestre se “sacrificó” y colisionó con un meteorito para evitar un evento cataclísmico.
El 30 de junio de ese año cayó en esa zona de Siberia un meteorito que generó una explosión masiva de unos 15 megatones, la que derribó 80 millones de árboles en un área de dos mil kilómetros cuadrados. Testigos dijeron haber visto una luz brillante seguida de una poderosa onda de choque, pero la zona estaba tan poco poblada que no hubo muertos reportados por ese suceso extraordinario.
Labvin llegó a su teoría después de analizar losas de cuarzo en la zona con extrañas marcas encontradas en el lugar, y que atribuyó a restos de una nave espacial fundidos con la roca. “No tenemos ninguna tecnología que pueda imprimir este tipo de dibujos en cristales de cuarzo”, dijo. “También encontramos ferrum silicato que no se puede producir en cualquier lugar, excepto en el espacio”, aseguró.
¿Arma de los gringos?
Pero las teorías sobre naves espaciales no son los únicos intentos de explicación que han surgido, según la web araucana.
El líder del Partido Liberal-Demócrata ruso, Vladimir Zhirinovski, declaró a los medios de comunicación que el evento en la provincia de Cheliabinsk fue el “ensayo de una nueva arma destructiva de Estados Unidos”.
“No cayeron meteoritos, fueron los estadounidenses los que ensayaron los efectos de una nueva arma. John Kerry (secretario de Estado norteamericano) quería advertir desde el pasado lunes a Sergei Lavrov (el ministro ruso de Exteriores), pero este estaba de viaje”, dijo Zhirinovski, un político conocido por sus excéntricas declaraciones a la prensa.
Heridos dejaron el hospital
Un grupo de 25 personas salió del hospital el viernes, una semana después que un meteoro explotó en los cielos de la región de los Urales, en Rusia, provocando que se rompieran los vidrios de miles de edificios.
Entre los pacientes había 11 niños, según la agencia estatal de noticias RIA Novosti. Más de 60 personas fueron hospitalizadas a lo largo de esa región, según el ministerio de emergencias local.
El número de heridos aumentó a 1.500 en los días posteriores a la caída del meteoro, ocurrida el 15 de febrero, de acuerdo con la agencia. La mayoría de las heridas eran menores y fueron provocadas por vidrios.
La región de Cheliabinsk, la zona más afectada, solicitó a las autoridades federales el lunes una ayuda de 16.6 millones de dólares, pero el costo total de los daños se calcula en 33 millones de dólares, con más de 4.000 edificios afectados, muchos de ellos departamentos. Cerca de 200.000 metros cuadrados de vidrios se quebraron en total, según las autoridades.
Piden a científicos desarrollar tecnología para detener las rocas espaciales
Estados Unidos
La NASA calcula que el meteoro que cayó en Rusia medía 17 metros y que tenía una masa de 10.000 toneladas.
La agencia del espacio calculó que la energía liberada por la explosión del meteoro era de unos 500 kilotones. La bomba nuclear de Estados Unidos lanzada en Hiroshima en 1945 liberó aproximadamente 15 kilotones de energía.
Todo el evento, desde la entrada del meteoro a la atmósfera hasta su desintegración sobre el centro de Rusia, tomó 32.5 segundos, según la NASA.
Residentes dijeron que estaban impresionados mientras lo veían, escuchaban y sentían la asombrosa explosión, el caos y la confusión de quienes vivieron esos momentos, cuando nadie sabía qué había pasado.
Denis Kuznetsov, un historiador de 23 años de Cheliabinsk, contó a la cadena internacional CNN a través de correo electrónico su experiencia.
Al principio había un destello cegador que duró varios segundos, que lo hizo querer cerrar los ojos. La luz brilló “como 10 soles”, aseguró. “No es una exageración”.
Kiznetsov dijo que experimentó lo que sintió como “un empujón”, mientras una onda de sonido pasaba a través de su cuerpo. “Por algunos segundos simplemente me quedé parado en medio del sonido de cristales rotos”.
El ministro del Interior, Vladimir Puchkov, dijo a la agencia de noticias del estado Itar-Tass esta semana que quería que los científicos desarrollaran nuevas tecnologías que ayuden a detener a ese tipo de meteoros con anticipación.
“Creo que esta situación de emergencia nos obligará a generar nuevos recursos, enfoques e ideas para hacer frente a este grave problema”.
La Agencia Europea del Espacio dijo que hechos con la magnitud de los eventos del meteoro de Cheliabinsk “se espera una vez en varias decenas de cientos de años” y calcula que la explosión del meteoro y su desintegración ocurrió a unos 15 o 20 kilómetros sobre el suelo.