Imparable. Así está la delincuencia en las zonas rurales de Santo Domingo. En lo que va del mes han dado tres “golpes” fuertes y en uno de ellos hasta los perros “marcharon” para ingresar al domicilio.
John Zambrano aún tenía en su pie la cuerda con la que lo sujetaron. Él, su esposa y dos niños fueron amarrados, mientras cinco delincuentes “limpiaron” la casa que cuidaba ubicada en el kilómetro 7 en la vía Chone, margen derecho, junto al Tenis Club.
Zambrano recuerda que a las 19:00 observaba el programa de televisión La Mofle con su familia e inesperadamente sintieron un fuerte golpe en la puerta. El jefe de hogar miró hacia la puerta que estaba destrozada. Seguidamente un tipo armado lo obligó a él y su familia a acostarse en el piso.
Vio a cinco sujetos de mediana estatura y contextura delgada. Todos tenían tapados el rostro con gorras que les llegaba a la nariz. Los minutos se hicieron eternos y las criaturas lloraban del susto. Escuchó a uno de los asaltantes que se comunicaba con alguien y pedía que traiga el camión.
Vía telefónica le daba instrucciones a esa persona y le explicaba cómo llegar al sitio, también le dijo que ingrese con el carro de retro y apague las luces, narró el trabajador.
Tres horas de pesadilla
Después de tres horas, los antisociales se fueron. Zambrano logró zafarse y bajaron con su mujer e hijos por una quebrada para evitar encontrarse con los bandidos, a pedir ayuda a los vecinos.
El propietario de la finca llegó y luego la policía. Diego Torres, verificó cuarto por cuarto y constató que esta vez le dejaron la casa vacía. El año pasado también lo “visitaron”, pero nada comparado con el robo de ésta ocasión.
El monto del perjuicio superaba los 15 mil dólares. Entre los artículos robados estaban camas, televisores, ropa, colchones, muebles de casa, mesas, una refrigeradora, un equipo de sonido, entre otros. Inclusive del corral, se llevaron 40 gallinas ponedoras y hasta los pollitos recién nacidos.
Torres y su familia estaban apenados por el hecho. La casa de dos plantas fue revisada palmo a palmo, estaba vacía.
En la inspección encontraron los machetes y una barra que utilizaron para forzar las seguridades del inmueble.
Otro asalto más
Bolívar Lozano estaba viendo noticias cuando escuchó que los perros ladraban y al salir se encontró con tres antisociales. Los tres miembros de la familia fueron amarrados y encerrados en un dormitorio en la propiedad que tienen en el kilómetro 3.3 de la vía a Puerto Limón.
¿Dónde está la plata? le preguntaban insistentemente los extraños, pero Lozano les dijo que no tenía nada más que las cosas que veían en la casa.
El martirio duro tres horas. Sacaron dos televisores, dos dvd, celulares, una cámara de fotos, una computadora, un equipo de sonido y joyas.
Lozano dijo que ésta también era la segunda vez que le asaltaban en su propiedad.
Las comuneros han pedido una reacción inmediata de la policía para que les dé protección porque están en manos de la delincuencia.
Buscamos una versión del Crnel. Juan Carlos Issa, jefe de la Policía Judicial, quien la mañana de ayer estaba en una reunión a puerta cerrada y no nos pudo atender.