No había por dónde caminar. Desde El Tambo hasta el Coliseo Cerrado de Deportes, la gente les hizo la calle de honor a sus amigos y compañeros. Lazos, cordones y banderines de color negro, elaborados con tela jean, se observaban en las casas y en las manos de los habitantes.A las 16:30 del sábado llegó la caravana que llevaba los féretros de diez, de los 13 fallecidos en el accidente de un bus de la Cooperativa de Transporte Pelileo, ocurrido a las 01:30 del sábado en la vía Bucay-El Triunfo. Los otros tres llegaron pasadas las 20:00.Los recibieron con aplausos, pétalos de rosas y la banda municipal. Todo el pueblo lloró. “Era gente trabajadora la que murió, hay un gran dolor”, expresó Carlos Manjarrez, dirigente del barrio El Tambo, lugar dónde las víctimas realizaban su actividad comercial.
CON LETREROS ESPERABAN LOS CUERPOSDentro del coliseo, el drama fue más intenso. Los familiares esperaban de pie con un letrero con el nombre de cada fallecido. El ataúd de Narcisa Ulle, de 47 años, fue el primero en ingresar. Su madre Rosa Quispe, de 72, abrazaba a sus hijas. No podía con tanto dolor en su corazón y parecía desfallecer.“¡Hija de mi alma, por qué te adelantaste!”, gritaba mientras se aferraba al féretro.El esposo Geovanny estaba junto a sus dos hijos Edwin y Alvaro contemplando el cuerpo de la mujer que extrañarán tanto. “Con ella quedamos de acuerdo en no viajar juntos porque siempre pensábamos en que si pasa algo, uno de los dos debería cuidar de nuestros hijos. Se me fue”, recordó Geovanny.Él iba en el camión que llevaba la mercadería. Esta familia perdió a cinco integrantes: Gonzalo Villafuerte, Rosa Ulle, Luis Enrique Ulle y Marlene Acosta. Todos eran artesanos que vendían su propia ropa en las ferias.Cerca estaba Julio acariciando a su hermana María Beatriz Pilla, de 56 años. Ella viajó junto a su hijo y nuera, quienes solo quedaron golpeados. Mientras recordaban la memoria de los confeccionistas de jeans, integrantes de la Asociación Tierra Azul llegaban hasta el coliseo para poner el hombro por este doloroso momento. Fueron más de 5 mil personas haciendo fila para poder entrar. El alcalde Manuel Caizabanda declaró tres días de luto y el párroco Bernandino pidió resignación en este momento de dolor.
DIEZ AÑOS VIAJANDOLos fallecidos pertenecían a la Asociación de Comerciantes y Artesanos Tierra Azul. Este grupo trabajaba por más de 12 años, pero hace diez acordó viajar a las ferias en las diferentes ciudades del país.Solo al mercado de Las Esclusas de Guayaquil viajaban 78, divididos en dos buses. Segundo Ulle dijo que desde las 21:00 empezaban a reunirse los vehículos y los comerciantes. El viernes, se reunieron y se subieron a los transportes no sin antes persignarse, pero en esta ocasión, el bus 33 los llevó a la tumba. Salieron tres unidades de la Flota Pelileo, dos iban a Guayaquil y el otro a Machala. Ellos ayudaron en el rescate de las víctimas. “Fue desesperante, la peor pesadilla ver como nuestros amigos morían”, recordó Olga Amán, una de las socorristas.
“ESTAMOS AYUDANDO”En la Flota Pelileo pocos quieren hablar del accidente. El gerente Vinicio Pérez manifestó que los socios se reúnen para tomar resoluciones internas.Aseguró “que hemos ayudado en todo momento”. La cooperativa, cuyas oficinas centrales están ubicadas en las calles García Moreno y Juan Montalvo, tienen 53 años laborando con 66 unidades que prestan sus servicios en todo el país.
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