El primer atentado que el periodista Fausto Guido Valdiviezo Moscoso sufrió la noche del pasado miércoles, mientras conducía su vehículo por la vía La Aurora-Pascuales, fue un presagio de lo que iba a ocurrir.
Su hermano Alfredo comentó que después de eso Fausto no tomó las precauciones necesarias para su seguridad y por eso lo “cazaron” la noche siguiente, tras visitar a su madre, en la ciudadela Atarazana, en el norte de Guayaquil.
El crimen ocurrió en la manzana M2 del sector mencionado. Según los testigos, un sujeto encapuchado se acercó al vehículo de Valdiviezo mientras retrocedía. Primero le habría dado dos disparos y posteriormente lo remató con otro, más cercano.
El sicario huyó supuestamente en un automóvil Chevrolet Aveo, color azul, junto a otros dos individuos. Eran cerca de las 21:30 del pasado jueves y el comunicador fue llevado de urgencia al hospital Militar, donde se comprobó su deceso una hora después.
Los parientes creen que los homicidas fueron los mismos que lo interceptaron la noche del miércoles, después de que salió de la casa de su mujer, en la urbanización Villa Club.
Alfredo Valdiviezo contó que su hermano iba en dirección a la avenida Francisco de Orellana cuando unos tipos, que iban en otro vehículo, le cerraron el paso e hicieron que se detenga.
Luego, uno de los matones habría disparado con la intención de darle un tiro en la cabeza a Fausto, quien terminó a un costado de la calzada y por ello los delincuentes pensaron que estaba muerto.
El consanguíneo dijo que tiene una fotografía que mostrará en los próximos días, en la que se ve el orificio que provocó el balazo en el automóvil de Fausto, en el primer atentado.
En aquella ocasión, la víctima no denunció el hecho en la Fiscalía. Ayer por la mañana, un guardia que ronda el sector donde el periodista habitaba, contó que tenía cerca de tres meses alquilando una suite en la villa 27, manzana 24, en la ciudadela Samanes 5, del norte de la urbe.
El celador aseguró que Valdiviezo vivía solo.
POLICÍAS BUSCAN PISTASInmediatamente después de darse a conocer la noticia sobre el atentado que cobró la vida de Fausto Valdiviezo, se dio paso a un gran despliegue policial con la firme convicción de encontrar indicios que permitan revelar información sobre el presunto autor del crimen.
Los operativos policiales, en coordinación con la Fiscalía, que se llevaron a cabo en toda la ciudad, no rindieron sus frutos, pues el asesino y el misterioso Aveo azul no aparecieron. Alrededor de la 01:00, un grupo de agentes y el fiscal Nelson Vela incursionaron en el domicilio de la víctima, situado en Samanes 5, con la finalidad de recopilar alguna pista sobre el autor de los disparos.
Todo se produjo en medio de un estricto silencio, caminaron a paso acelerado sin detenerse a rendir declaraciones. “Nos tienen prohibido hablar sobre este caso”, fue lo único que supo expresar entre dientes un miembro policial.
Alrededor de las 04:30, vehículos del camposanto Jardines de Esperanza ingresaron hasta las instalaciones de la morgue policial para retirar el cadáver de la víctima. Familiares presentes también se mantuvieron en silencio evitando el contacto con la prensa.
ASÍ RECUERDAN A FAUSTOMaría del Carmen Sánchez de Aguayo, experiodista y actual directora del certamen Miss Ecuador.“Lo recuerdo como un chico maravilloso, siempre risueño. Somos de la vieja camada, aunque él es más joven que yo. Incluso comenzó después que entré al periodismo. Me atrevo a decir que todos lo recordamos con mucho cariño. Nos alegraba la vida porque era el alma de las reuniones. Recuerdo que en el año 83 formamos la famosa asociación de periodistas. Él se atrevió a hacerlo junto a otros 18, entre los que estaban directores de televisión, reporteros de distintas áreas y presentadores de los canales 2, 4, 8, y 10. Estábamos mi esposo, Fernando Aguayo, yo, Jimmy Jairala, Milton Sevilla, Vito Muñoz y otros. Fue un buen amigo y profesional”.
Carola Artieda, periodista y presentadora del noticiario de Canal Uno“Tengo 19 años en el periodismo y trabaje con él desde que entró a SíTV hasta el 2000 en que se fue a TC Televisión. Lo recuerdo como un hombre jocoso, de personalidad impactante, solidario, buen amigo, con un estilo tan único que logró calar en el corazón de la comunidad. Era el alma de la fiestas, me atrevo a decir que no tenía enemigos, todos lo querían, por esa razón a quienes lo conocimos nos impactó su muerte porque era un hombre sano, que no tenía vicios, deudas, peor problemas de faldas. En los últimos tiempos se había vuelto evangélico. Tenemos que exigir que la Policía Nacional tome con seriedad este caso”.
Julie Wohl, periodista y subdirectora del área de comunicación del Municipio de Guayaquil“Fausto fue un amigo de toda la vida, con él compartimos muchos momentos, que hoy me asaltan a tropel y atascan en mi garganta un intento de clamor inútil ante la eternidad. Su partida me duele y me hace acreedora ante estos designios inescrutables de la vida. Solo acudir al Creador me reconcilia con ella. Estoy segura que el tiempo decantará el amargor del dolor impuesto y quedarán los gratos momentos vividos, la camaradería rebelde de nuestra juventud, y el cariño que une a dos amigos que compartimos este estilo de vida que es el periodismo. Paz en su tumba y tranquilidad y sosiego para sus familiares”.