Cumplir de manera estricta con el tratamiento, realizar constantemente las terapias que van acompañadas de ejercicios físicos e intelectuales, ayudan en gran medida a contrarrestar las secuelas que ocasiona la enfermedad del Parkinson.
Faltando cuatro años para que se cumplan dos siglos desde que fuera descrita y documentada, aún no se establecen cuáles son las causas que la generan y menos encuentran una cura para esta patología que es irreversible.
Entre los avances realizados están el detectar otras posibles causas y realizar ciertos procedimientos, que incluye cirugía, procurando disminuir la progresión de la enfermedad, que forma parte del grupo de las catastróficas.
Esta dolencia de tipo crónica, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es parte de los trastornos neurológicos (epilepsia Alzheimer, accidentes cerebro vasculares, traumatismos craneoencefálicos, infecciones neurológicas, la esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkinson).
En el Día Mundial del Parkinson se dijo que “es la segunda enfermedad degenerativa del sistema nervioso a escala global, precedida solo por el Alzheimer; se estima que entre 3% y 5% de las personas por encima de los 65 años lo padecerá. En el mundo se contabilizan de cuatro a 26 nuevos casos por año por cada 100 mil habitantes”, difundió una publicación mexicana.
EN GUAYAQUILEn Ecuador también hay decenas de adultos mayores que sufren de mal de Parkinson, pero también hay personas menores de 60 años y hasta jóvenes padeciéndola.
La tasa de aparición del Parkinson depende de la edad, sostuvo el neurólogo Tomás Alarcón Avilés, especializado en México, quien es profesor de Neurología en la Universidad de Guayaquil y labora en la Clínica Alcívar y en el hospital Luis Vernaza.
“La mayoría de casos se reporta por encima de los 60 hasta los 65 años en adelante. En ese grupo de pacientes mayores, las tasas de prevalencia siempre son más altas. Llegan, incluso, hasta el tres por ciento.
También se considera que la presencia de la enfermedad en todas las edades va al 0.3%, porque ahí estamos tomando en cuenta a las personas jóvenes, en las que asimismo se presenta la enfermedad, “pero en un porcentaje mucho, mucho menor”, refirió el experto y catedrático.
En el hospital Vernaza atiendo a aproximadamente ocho pacientes con Parkinson que tienen por debajo de los 65 años... Al mes llegan unos 40 pacientes a la Clínica de Enfermedades Anormales del hospital Vernaza”, sostuvo Alarcón.
El doctor Enrique Guzmán, neurocirujano del hospital de Especialidades Guayaquil Abel Gilbert Pontón, mencionó que en dicha entidad tratan a 185 pacientes diagnosticados. De ellos 114 son de la tercera edad; 61 están entre los 50 a 64 años; y una docena son pacientes de entre 20 a 49 años.
De los pacientes con Parkinson tratados en el hospital, 115 son hombres.
CAUSASEl Parkinson “es una enfermedad difícil de prevenir porque su causa es desconocida, a pesar de que podemos anotar que existen anomalías genéticas y agentes tóxicos”, mencionó el neurocirujano Guzmán.
Un último estudio coordinado desde el Hospital Clínic, de Barcelona, difundido por la revista científica The Lancet Neurology, refiere que “las personas que sufren alteraciones graves del sueño en la denominada fase REM están en alto riesgo de desarrollar una enfermedad neurodegenerativa grave, entre ellas el mal de Parkinson y alguna forma de demencia”.
El neurólogo Alarcón sostuvo que hasta ahora a esta enfermedad se la considera “multifactorial”.
Se cree que hay otros factores, como ambientales, virales u otros, y “al final de cuentas no tenemos una respuesta clara de porqué se produce esto”, mencionó el experto.
Podría haber en determinados casos una población que tenga predisposición genética”, o sea que hay familias en las que existe un gen que produce Parkinson y se lo hereda, pero son poquísimos los pacientes.
En determinados grupos con predisposición genética a la enfermedad se produce el fenómeno “penetrancia”, que de generación en generación aparece más temprano, es decir que si al abuelo le apareció a los 80, al hijo a los 70, al nieto será a edad más temprana. “Esto se da en los casos genéticamente comprobados”.
CÓMO SE LA DETECTAEl Parkinson es el resultado de una degeneración de las neuronas en la zona gris y profunda del cerebro, donde se produce la dopamina. Cuando se produce una disminución de esta sustancia que es un neurotransmisor que regula nuestros movimientos empiezan a verse los primeros signos del mal.
Al deteriorarse las neuronas se afecta al sistema nervioso de forma lenta y progresiva, que conlleva a una incapacidad gradual. Se trastoca la capacidad motora (de nuestros movimientos) y no motora.
Entre los síntomas más notorios produce temblor de las extremidades mientras el paciente está en reposo. Además, presenta rigidez en los músculos, lentitud en los movimientos (Bradicinesia) y muestra alteraciones en sus reflejos posturales, por los cuales los pacientes pierden el equilibrio y caen.
La mayoría de las veces esta incapacidad aparece de un solo lado.
En los síntomas no motores, el paciente presenta depresión, ansiedad, muestra seborrea en el rostro, tienen poca expresividad (hipomimia), entre otros.
El cuidado que debemos tener con este trastorno neurogenerativo es porque “comienza antes de que lo detectemos”, refirió Alarcón. Solo cuando hay un daño del 60% de las neuronas es que recién empiezan a verse los síntomas y se ha perdido mucho.
Hay un signo temprano que podría ser un pequeño indicio de una probabilidad del Parkinson, la pérdida del sentido del olfato. Cuando una persona pierde la capacidad de oler debe acudir al especialista para que la valoren y ver si no es origen de esta patología. (IC)
Remedios de por vidaEl diagnóstico del Parkinson es clínico. No hay examen que lo detecte. Solo por los diferentes signos que presenta el paciente un neurólogo puede saber de la existencia de esta patología.
La referida enfermedad trastorna la calidad de vida de los pacientes y de quienes lo rodean, porque empiezan a tener dificultades para realizar sus actividades, desde las más sencillas, como amarrarse los cordones o sostener algo y requiere de ayuda.
Otro estudio difundido en el día que se lo recordó señala que ocho de cada diez personas que padecen Parkinson presentan problemas en su boca, con aparición de enfermedades bucodentales, provocadas por la acumulación de saliva.
Como aún no hay cura para el Parkinson, hasta ahora solo hay tratamientos. Los pacientes deben tomar medicinas de por vida para que le ayuden a paliar los síntomas motores y no motores. Les suministran dosis para controlar los temblores, la depresión y demás sintomatología.
Desde hace unos cuatro años, en dos entidades de salud de la ciudad, a los pacientes que los requieran les hacen procedimiento para una neuroestimulación profunda, una cirugía en la que le instalan una especie de marcapasos que le ayuda a controlar sus movimientos.
“No es una cura, pero tiende a mejorar la calidad de vida del paciente”, precisó el doctor Alarcón.
TERAPIASEl procedimiento medicamentoso no es sencillo, requiere de mucha disciplina, tomarlo a las horas debidas y en las dosis prescritas, tomando en cuenta que tiene efectos secundarios, por ello la medicación exige de estricta vigilancia del experto
Así como la medicación es importante, el paciente con Parkinson también necesita de la terapia física, porque ninguno de los fármacos cura la enfermedad ni suprime su evolución.
Hacer ejercicios con regularidad, combinado con los fármacos, puede contribuir a que los afectados de Parkinson mantengan la movilidad y sobrellevar la enfermedad por muchos años.