El exfutbolista Guanerge “La Pantera” Rodríguez, de 57 años, fue detenido por la muerte de Mercedes del Pilar Batioja Montenegro, de 30, la noche del pasado domingo, en el suburbio de Guayaquil.
Ayer por la mañana, en la calle 17 y primer callejón Francisco Segura, aún se podían observar manchas de sangre en la vereda y en la calzada. Según los testigos, la mujer fue apuñalada fuera de la vivienda donde alquilaba desde febrero pasado y se desplomó en los exteriores de otra casa, mientras pedía ayuda.
Un morador -a quien reservaremos su identidad- comentó que el exdeportista sentía algo por la fallecida y por ello habría cometido el asesinato. Susana, una hermana de Batioja, no descartó que se haya tratado de un crimen pasional, producto de celos, aunque la víctima tenía esposo y vivía con él.
En la denuncia asentada en la Fiscalía por María del Carmen Suárez García, consta que a las 23:30 del pasado domingo, la declarante estaba con un amigo, de 17 años, una conocida, de 23, su hija, de 7, y sus sobrinos de 5 y 6 años.
“Estábamos conversando y tomando unas cervezas, recién habíamos tomado dos, en un parque que queda afuera de mi casa, en las calles 18 y Chambers”, se detalla en el escrito. Además, se señala que en el sitio también estaba Mercedes del Pilar, quien luego les pidió que vayan a su vivienda.
En el documento se agrega que con Batioja habitaba César Leonidas Suárez García, hermano de la denunciante, quien es el cónyuge de la fallecida. El domicilio está situado a dos cuadras de la casa de María del Carmen.
Cuando llegaron a la casa de Batioja, mientras golpeaba el portón, habría llegado Guanerge, quien supuestamente había consumido drogas -según la denuncia- y “sacó un cuchillo y apuñaló a Mercedes del Pilar”.
María del Carmen relató en la Fiscalía: “yo vi que le dio dos puñaladas, la una en la garganta y la otra en la barriga. Antes de apuñalarla, le dijo: ‘maldita desgraciada’”. Mercedes Batioja fue llevada al hospital Abel Gilbert Pontón, pero en la casa de salud se comprobó su deceso.
DetenidoSegún informa el parte policial, tras el asesinato llamaron a la Policía para que acudan varios agentes al lugar.
El subteniente Washington Pozo, que desarrollaba su turno como guardián del distrito Portete, escuchó que desde la central se enviaba a las unidades del circuito Cisne y como él se encontraba en circulación cercana al lugar, también acudió al llamado. Al llegar al sitio constató que Jorge Guanerge Rodríguez Tenorio, supuestamente le propinó tres puñaladas en la espalda y una a la altura del cuello, a Pilar Batioja Montenegro. Ante esta situación detuvieron al presunto asesino.
Al sitio también acudieron los agentes de la Unidad de Criminalística de la zona 8, al mando del teniente David Gutiérrez, “quien pudo evidenciar el acto y cometimiento del delito”.
Además los uniformados incautaron el arma blanca con la que se habría producido el asesinato.
Los investigadores luego se dirigieron al hospital Guayaquil donde un médico certificó la muerte de Batioja.
El sospechoso fue trasladado a la Unidad de Delitos Flagrantes donde el fiscal Robinson Coronel ordenó que se realice el parte de detención por el delito contra la vida.
Coronel también dispuso que al arma se adjunte la prenda de vestir (vestido blanco con muestras de sangre) de la denunciante, María Suárez.
Amenazas de muerte Por su parte Pamela Velásquez Rodríguez denunció ayer en la Fiscalía, adjunta a la Policía Judicial del Guayas, que supuestamente el esposo de la decesada y una joven que no identifica por su nombre, los amenazaron de muerte.
El escrito menciona que el 14 de abril, aproximadamente a las 23:30, se encontraba en el domicilio de las calles 17 y segundo callejón Francisco Segura, donde habita junto con su familia, cuando llegó el esposo de Batioja, acompañado de una chica, y les lanzaron piedras. “Nos dijeron que en cualquier momento nos van a matar”.
Velásquez menciona también que no entiende el porqué de las amenazas si todos ellos, al conocer que su tío Guanerge Rodríguez Tenorio, mató a Batioja, lo detuvieron para que no huya y llamaron a la policía. “Pero ahora ellos siguen amenazándonos porque nos rompieron la puerta”.
Añadió la denunciante que por las mortales advertencias no pueden dormir por el miedo que la familia de la decesada regrese a hacerles algo, “sin nosotros tener culpa de lo que cometió mi tío. Señor fiscal, si llegase a suceder algo a algún miembro de mi familia, ellos son los únicos culpables”. (CCQ)