Varias propuestas sobre el sistema de rehabilitación social se han puesto sobre la mesa de debate de la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional. Una de ellas es el tratamiento penitenciario y los cambios que el sistema necesita.
Actualmente, en el país existen 23.875 personas privadas de la libertad, según la Subsecretaría de Normativa Jurídica del Ministerio de Justicia, Derechos Humanos y Cultos. Tras una visita al centro de rehabilitación de Santo Domingo, Miguel Moreta, asambleísta por CREO, explicó que alrededor del 50% de los privados de libertad son adictos a las drogas. Para él, ese es uno de los problemas más neurálgicos.
“Los presos me contaron que cuando alguien es adicto, al éxtasis por ejemplo, no puede dejar de consumir porque tiene unos síndromes terribles, en donde se golpean contra los muros, dan alaridos, se sacan las uñas”, indicó el legislador.
Por ello, el asambleísta planteó en la Comisión, la creación de policlínicos en los centros de rehabilitación, que ayuden al tratamiento de adicciones y posteriormente a su reducción.
Para la asambleísta oficialista Gina Godoy, presidenta de la Comisión, el ingreso de drogas a las cárceles debe tener una sanción. “Es cierto que existen presos adictos, pero no se puede ingresar drogas a las cárceles, porque eso está penado”, señaló.
Ella considera que la creación de policlínicos no depende del Ministerio de Justicia.
“El ministro de Justicia nos dijo que hay casas de salud que están cerca de los centros de rehabilitación y podríamos valernos de ellos”, comentó.
Godoy explicó que en caso de llegarse a crear policlínicos, en ellos deberían permanecer mujeres embarazadas o en las primeras semanas de haber dado a luz.
Evaluación psicológica
Para el asambleísta Moreta, además es necesario la realización de evaluaciones psicológicas, que determinen la conducta de cada uno de los presos.
“No se puede colocar en los pabellones a los presos según el delito que hayan cometido. Pueden haber personas que están privadas de libertad por asesinato, pero su conducta es muy buena. Sin embargo, existen presos que son agresivos, problemáticos y están en los pabellones de menor peligrosidad”, señaló.
Godoy concuerda con este aspecto y afirma que cuando una persona haya sido sentenciada deberá de forma obligatoria ser evaluada psicológicamente.
“ A partir de esta evaluación, se tiene que hacer un plan de vida de cada reo. Ese plan debe identificar sus problemas de salud, como una gripe, caries o VIH, además se deberá desarrollar una actividad laboral”, manifestó.
Moreta además especificó que es necesario tener profesionales encargados de este tema. “No puede ser posible que haya un solo psicólogo para 200 presos”, dijo.
Penas para los Guías
Otro de los temas que se ha tratado dentro de Comisión, es la labor de los guías penitenciarios. “En el país existen 1.400 guías, en ocasiones ellos incurren en actos delictivos”, expresó Moreta.
Para el asambleísta es necesario tipificar sanciones para los guías, en caso de que cometieran delitos como ingresar drogas, armas o realizar actos no permitidos, en el interior de los centros de rehabilitación.
“Las penas podrían ser de 2 a 5 años dependiendo el delito”, aclaró Moreta.
Godoy, mientras tanto, señala que los tiempos de las penas aún no están cerrados.
Además, dentro de la Comisión se habló sobre la creación de una escuela de formación para guías penitenciarios.
Moreta no está de acuerdo con aumentar más gastos al sector público. Él propone que se hagan convenios con las universidades para dar cursos y capacitaciones a los guías.
“Se evidencia en los guías una falta de formación psicológica, ellos llegan aduciendo que era su única oportunidad de trabajo, ya que no pudieron entrar en el Ejército o la Policía”, explicó.
Nuevo modelo
El asambleísta Miguel Moreta afirma que “los centros de rehabilitación gozan de una pésima reputación y eso consiste en que la mayoría los identifica como escuelas de profesionalización del delito”.
Por ello, Godoy indica que “todas las cárceles del país deberán ser como el centro de rehabilitación del Guayas”.
Según la oficialista, en este nuevo centro de rehabilitación, no existe hacinamiento, problema que en las cárceles y centros de detención provisional de todo el país continúa siendo una constante.
“En las celdas del centro de rehabilitación del Guayas solo entran dos personas. Allí hay una litera y en la misma celda tienen ducha y baño, que están hechos con elementos antivandálicos”, explicó. Ese precisamente es el modelo de infraestructura que se pretende construir en todas las cárceles del país.
Además, Godoy explicó que los reos deben ser capacitados permanentemente en diferentes actividades laborales.
“Por ejemplo los empresarios podrían contratar la mano de obra cautiva para la elaboración de sus manufacturas”, dijo.
En cambio Moreta comenta que los presos no deben ser capacitados para salir de prisión y buscar trabajo. “Ellos deben recibir clases para ser microempresarios. El estigma de la gente hacia ellos, hasta cierto punto justificado, no les permite reinsertarse laboralmente, por eso es mejor que ellos puedan poner su propio negocio”, dijo el legislador.
“En Santo Domingo, por ejemplo, están montando una empresa de venta de muebles por catálogo. Eso es muy bueno”, señaló.