Cada vez es más común el uso de sistemas y equipos electrónicos por las facilidades que ofrecen en sus funciones tanto en establecimientos como en oficinas y hogares, pero también se habla de sus riesgos.
Conforme evolucionan los implementos y se innovan más servicios, han aumentado las investigaciones sobre posibles efectos a la salud de un individuo por la exposición continua a distintos equipos eléctricos y electrónicos. Estos daños van desde dolores de cabeza, trastorno de sueño, esterilidad, entre otros.
En varios países, en jornadas médicas, han expuesto sobre ciertos riesgos que representan el abuso en la utilización de aparatos y equipos, inventados para facilitar el desarrollo industrial, social y científico de la humanidad.
Entre esos estudios se ha hablado de la contaminación ambiental que provocan los diversos aparatos, pero en los últimos años también han considerado que las personas podrían enfermarse al estar en continuo contacto con los objetos que ofrece la industria eléctrica y electrónica.
En el I Congreso de Medicina Integrativa en dolor, realizado en semanas pasadas en Guayaquil, se aconsejó hacer un uso racionado de aquellos aparatos, muy utilizados en nuestras actividades diarias, especialmente sacarlos de los dormitorios, porque perturbarían el sueño reparador. (IC)
Estudios en la EspolEn la ciudad también realizaron un estudio sobre los efectos de las radiaciones electromagnéticas no-ionizantes en la salud de las personas.
El ingeniero Miguel Yapur, decano de la Facultad de Ingeniería en Electricidad y Computación (FIEC) de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), refirió que en el 2007, por petición del Superintendente de Telecomunicaciones de esa época se hizo dicho estudio para despejar ciertas dudas sobre el efecto de los celulares.
“El estudio abordó dos temas. Uno, consistía en un censo de las antenas repetidoras en Guayaquil y el otro, el efecto de esas ondas en las personas”, dijo Yapur, y como su área es Electrónica Médica se le asignó la segunda parte de la investigación.
Miguel Yapur, quien desde hace 28 años también es catedrático en la entidad de estudios superiores, refirió que en su investigación se abarcó “todo el espectro de lo que son ondas electromagnéticas no-ionizantes. Desde las frecuencias muy bajas, luego pasamos a radio y televisión, a los celulares, los microondas, a los rayos infrarrojos visibles y ultravioletas”.
Las ondas electromagnéticas no-ionizantes producen una “radiación inofensiva” porque al atravesar el cuerpo no producen malformaciones.
Durante la investigación, Yapur señaló que hicieron un experimento con dos equipos electrónicos encendidos y mostraron la transformación producida a un elemento por los aparatos prendidos.
Entre las conclusiones del estudio del catedrático constan que la exposición a la radiación, a los infrarrojos, a las radio frecuencias y a los móviles, afectan al individuo, produciendo “calentamiento” de la parte del cuerpo expuesta, por lo tanto en su investigación recomendó mantenerse las normas de seguridad establecidas por fabricantes.
En esta indagación se tomaron recomendaciones de otros estudios, como evitar exponerse por mucho tiempo ante equipos y reducir sus usos.
Además, el docente universitario dijo que en 1989, el Programa de Electrónica Médica de la Espol también realizó una investigación con el auspicio del Instituto de Higiene Leopoldo Izquieta Pérez, en el cual sometieron a unos cobayos a campos magnéticos por cierto tiempo.
Los resultados arrojaron un incremento en lípidos de los animales, así como el ácido úrico, la úrea y detectaron disminución en el calcio. (IC)
SOLO LO NECESARIOEl doctor Humberto Baquerizo Ramírez, cirujano, con 42 años de experiencia, quien fuera docente universitario y tecnólogo en Naturismo, dijo que desde hace mucho han realizado estas investigaciones y es probable que los variados objetos produzcan un efecto negativo “si no tomamos las medidas en casa”.
El médico, quien ahora practica medicina alternativa y en su consultorio orienta a sus pacientes a mejorar el estilo de vida, recomienda usar los diferentes implementos solo cuando sea necesario.
Como ejemplo mostró un texto elaborado por Roger Coghill, en el cual se recopila que “los campos magnéticos y eléctricos alternos, generados por los aparatos electrodomésticos modernos, son relativamente nuevos y sus efectos pueden ser nocivos”, refiere el autor del libro.
En el texto se enumeran los posibles daños que podrían ocasionar desde los enchufes, las planchas, cafeteras, refrigeradores, los hornos eléctricos, microondas, lámparas, extensiones eléctricas, las peceras, televisores, teléfonos inalámbricos, entre otros, que generan un campo eléctrico durante sus usos.
Algunos estudiosLos riegos de los equipos electrónicos están extensamente documentados y entre las conclusiones de unos estudios difundidos en los últimos meses constan:
“Las radiaciones electrónicas que provienen de los equipos que están en las cabeceras de las camas de los niños perturban el sueño, ya que la glándula pineal lee las ondas electromagnéticas como luz y como consecuencia no se produce la cantidad adecuada de melatonina, la cual está íntimamente relacionada con el descanso”. (Vanguardia.com.salud)
“Un equipo liderado por el investigador Conrado Avendaño, del centro Nascentis de medicina reproductiva en Córdoba (Argentina), especula que ubicar un ordenador portátil conectado de forma inalámbrica a Internet cerca de los testículos puede disminuir la fertilidad masculina”. (Revista Fertility and Sterility)
El Instituto de Biomecánica de Valencia en un comunicado recomendó “revisar los equipos de aire acondicionado, sentarse en una postura adecuada, evitar el contacto prolongado con pantallas de ordenador o la falta de luz solar”, porque dolores de cabeza, conjuntivitis, problemas dermatológicos o falta de concentración son algunos de los síntomas que afectan a personas que pasan muchas horas ante ordenadores o entornos de oficina”.
Expertos recomiendan no utilizar aparatos electrónicos, especialmente audífonos, a la hora de ejercitarse. Deben usarse con moderación. No más de dos horas al día y con un volumen por debajo de los 50 decibeles.
(Vanguardia.com)
Un informe de la Organización Mundial de la Salud refiere que “en los últimos 30 años se han publicado aproximadamente 25.000 artículos sobre los efectos biológicos y aplicaciones médicas de la radiación no ionizante.
En 1996, dicha entidad, la OMS, puso en marcha el Proyecto Internacional sobre Campos Electromagnéticos con el fin de investigar los posibles riesgos sanitarios asociados a las tecnologías que crean Campos Electromagnéticos CEM.
Basándose en una revisión profunda de las publicaciones científicas, la OMS concluyó que “los resultados existentes no confirman que la exposición a campos electromagnéticos de baja intensidad produzca ninguna consecuencia para la salud. Sin embargo, los conocimientos sobre los efectos biológicos presentan algunas lagunas que requieren más investigaciones”