Germania Salazar, Guayaquil
La vida le sonríe a Jéssica Ruiz Franco, quien perdió sus manos luego de que su exconviviente se las cortara a machetazos aquel 9 de diciembre del 2013. De a poco recibe las bendiciones que le mejorarán su calidad de vida y ayer fue su primer día de trabajo en el Municipio de Daule.
Diario EXTRA inició una campaña solidaria para que Jéssica pueda salir adelante. “Estoy muy agradecida con este medio que ha seguido mi caso desde un principio”, dijo.
Ella llegó diez minutos antes de las 08:00 hasta las instalaciones de la dependencia municipal de ese cantón y fue recibida por el alcalde Pedro Salazar, quien la esperaba para posesionarla en el cargo asignado.
Ingresó al edificio público en compañía de su hermana Lina Ruiz. Usaba poco maquillaje, vestía un jean, una chaqueta color verde agua y tacones negros.
Estaba feliz y no era para menos, era su primer día de trabajo en una oficina pública.
La autoridad municipal la ubicó en el departamento de Desarrollo Comunitario como auxiliar de Secretaría. De inmediato, Jéssica se apoderó de su cubículo, donde había un escritorio, una silla y una computadora recién adquiridos. A los costados, varias carpetas estaban listas para archivar documentos.
La oficina había sido adornada con globos de colores para el recibimiento de la nueva integrante. “Nosotros te vamos apoyar en todo, porque este es un caso especial”, dijo el alcalde de Daule.
“Le agradezco al señor Pedro Salazar, porque es una persona muy buena que sin pedirle nada me dio su ayuda. Que Dios le dé muchas bendiciones”, señaló.
Por el momento, Jéssica no puede manejar el teclado de la computadora, aunque dijo que aprenderá con las terapias que recibe para usar sus prótesis. “Creo que podré escribir usando la mano de gancho”, dijo.
“Necesitamos que Jéssica se comprometa a superarse, sabemos que por ahora es difícil, pero es necesario que use sus prótesis para que pueda desempeñarse. De ella depende el trabajo que va a hacer. Debe coger una pluma y practicar”, dijo Rosa Gallegos, jefa del Departamento de Desarrollo Comunitario, quien se mostró dispuesta a ayudar a la nueva asistente. “Ella no necesita pena, sino empuje para que sea fuerte”, dijo la directora del área.
En cuanto a su vida personal y sentimental, Jéssica dijo que lo único que le interesa son sus hijos. “Son mi razón de vivir y de superarme”, comentó. Además, no descartó su deseo de estudiar alguna carrera para salir adelante.
MÁS APOYOMiembros de Rescate y Emergencias Médicas (UREM) de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) de Daule, que asistieron al acto de posesión de Jéssica, solicitaron permiso al alcalde del cantón para llevarla a las instalaciones de aquella dependencia, donde el personal se comprometió a trasladarla en las ambulancias durante las citas médicas en Guayaquil. También donarán colchones y otras cosas.
Finalmente, Ruiz Franco visitó la casa que le construyó el Miduvi, ubicada en la ciudadela San Francisco, en Daule. Allí Jéssica dijo que la necesita lo más pronto posible porque le resulta difícil trasladarse desde el campo, en Piñal de arriba (Santa Lucía), hasta Daule.
Ella debe madrugar para tomar un bus y llegar a tiempo. Por lo pronto la vivienda es custodiada frecuentemente por miembros de la Policía para evitar que los amigos de lo ajeno hagan de las suyas.
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