Jaime Marín, Cuenca
Para todo problema hay una solución... incluso para los “cachos”, ese es el pensamiento de Iván García, quien en el peor momento de su vida se levantó y con su ingenio creó un “palo mágico” para bajar de peso.
García disfrutaba de una vida cómoda en su natal Cuenca: vivía bien con su familia, no padecía necesidades, era dueño de una distribuidora de cosméticos y una fábrica. Pero en el 2002, el mundo se le vino encima. Su hogar fue estruchado dos veces y sus negocios fueron saqueados. Incluso, el poco dinero que recuperó de deudas con clientes también fue sustraído. Asegura que perdió aproximadamente 200 mil dólares. Se quedó en la calle y con deudas de más de 40 “lucas” por pagar.
“Era un hombre que manejaba muchos créditos, no tenía nada que vender y mucho que pagar”, recuerda. Preso por la depresión y agobiado por las “culebras” deambuló entre la bebida y la desesperación. Fue un año caótico para él.
No tenía trabajo, solo contaba con las pocas máquinas que los ladrones le dejaron en su fábrica. Con estas herramientas empezó a diseñar varios artículos en madera, aluminio, fibra de vidrio y hierro.
García, de 46 años, tenía sobrepeso. Un día acogió una sugerencia para investigar sobre el drenaje linfático para bajar de peso y creó el “rodillo moldeador”, que está patentado en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI).
Mediante este “palo mágico”, García, quien es ebanista, ingeniero industrial, comercial, licenciado en sicología familiar y próximamente abogado, fue uno de los ganadores del programa Emprendefe, organización privada en el Ecuador que apoya los emprendimientos y pequeños negocios. “Fuimos 500 los aspirantes, luego quedamos solo 35 que cumplimos con los requisitos, y solo cuatro somos lo premiados por haber entregado para el análisis un proyecto único”, cuenta el inventor.
El apoyo que recibe de esta organización consiste en el financiamiento de las herramientas y equipo necesario para la fabricación del rodillo modelador, presupuestado en unos 25 mil dólares en calidad de crédito semilla.
“El ‘palo mágico’ es un kit de dos rodillos de madera para hacer ejercicios y masajearse”, explicó García al señalar que para lograr el objetivo solo bastarán diez minutos de masajes diarios.
Inquieto y soñador
Desde niño sus padres lo apodaban “todólogo”, porque resolvía los problemas o se inventaba la solución, como por ejemplo trampas para atrapar gallinas que se metían en los predios de su vivienda a comerse la alfalfa de los cuyes.
Para la basura también inventó un recipiente especial, tipo macetero, que a la vez es reciclador de desperdicios. Es que García una vez que ve el problema físico enseguida maquina el arreglo, no tiene límites, puede hacer cosas en madera, hierro y todo tipo de material.
Para todo problema hay una solución... incluso para los “cachos”, ese es el pensamiento de Iván García, quien en el peor momento de su vida se levantó y con su ingenio creó un “palo mágico” para bajar de peso. García disfrutaba de una vida cómoda en su natal Cuenca: vivía bien con su familia, no padecía necesidades, era dueño de una distribuidora de cosméticos y una fábrica. Pero en el 2002, el mundo se le vino encima. Su hogar fue estruchado dos veces y sus negocios fueron saqueados.
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