Germania Salazar, GuayaquilJulio no puede dormir desde hace diez años. Dice que desde las doce de la noche en punto hasta las cinco de la madrugada, un misterioso espíritu lo atormenta.
A sus 58 años, este hombre afirma que es acosado por una extraña energía negativa. “Me tocan las piernas y de inmediato corre frío por mis huesos”, relata el hombre, quien pidió ayuda en la iglesia evangélica El Arca, en la 14 y Bolivia (suroeste de Guayaquil), donde el pastor David Vera y su esposa lo sometieron a la oración de liberación.
En su relato señala que los médicos a quienes consultó le dijeron que no tiene nada.
Por las malas noches, él se despierta a las 09:00, solo de esta manera recupera el sueño perdido.
“Si me acuesto y duermo a las a las 22:00, me despierto, por reloj, a las 00:00”, dice. Agrega que “a veces siento que me tocan las piernas, como cuando a uno le dicen ¡levántate! A esa hora entra una corriente por mis piernas. Creo que no es algo normal, sino paranormal que me está aniquilando”, señala.
“Me doy vueltas en la cama, dormir es una lucha constante para mí”, manifiesta preocupado.
Julio confiesa que consultó a los chamanes y brujos, quienes le dijeron que lo suyo es brujería. “¡No puedo dormir!”, exclama desesperado.
Cree que su mal es netamente espiritual y debido a ello se vale de recursos para alejar los malos espíritus. Tiene una Biblia y un rosario en su cuarto. “Rezo todos los días”, recuerda.
“En este momento estoy buscando ayuda espiritual. Creo en Dios. Pienso que hay un espíritu malo que me está perturbando la vida”, sentencia.
“Mi hermano aparentó cinco años que su matrimonio era perfecto. Al ver como estaba su situación en el hogar, le sugerimos que viniera a la casa, antes de que tuviera problemas”, señala el allegado.
Los trastornos de sueño comenzaron “desde que llegó a vivir en esa casa”, dice Gustavo.
Agrega que en ese sitio murieron algunos familiares que fueron velados allí. Gustavo presume que un espíritu provoca fenómenos paranormales. Julio y yo dormimos arriba, donde suceden estas cosas. Aquí hay un cuadro grande con la imagen de Cristo, pero durante el día Julio baja a la habitación de otro hermano para recuperar el sueño perdido. “Yo logro dormir, pero él no”, expresa.
“Sé que por esta situación viajó a Santo Domingo de los Tsáchilas, donde le dijeron que hay una persona que le hizo daño”, concluye.
La liberaciónA toda costa, Julio quería someterse a un exorcismo o liberación y se dirigió hasta le iglesia El Arca, donde el pastor David Vera, junto a su esposa, oró tres días seguidos. Hace cuatro días llamó al pastor y le comentó que ya podía dormir tranquilo.
“Era un espíritu de tormento que llegó a él a través de la brujería que le hicieron. No podía dormir, comer, además sentía que algo lo seguía. El hechizo o brujería es una maldición que solo Dios puede romper”, dice Vera, quien frecuentemente realiza liberaciones demoníacas.