Boca, el único equipo 'grande' de la liga argentina que nunca descendió a segunda división, cayó 3-1 el miércoles de visita ante Estudiantes luego de haber sido apabullado en su propia casa por un modesto Atlético Rafaela (3-0) el domingo pasado.A cuatro jornadas de iniciado el torneo Transición, el equipo auriazul apenas sumó tres puntos en la segunda fecha ante Belgrano con un gol de último minuto del delantero Emmanuel Gigliotti, después de sufrir una primera derrota ante Newell's Old Boys (1-0) en el arranque.Hasta hace unas horas Bianchi seguía al mando, pese a las críticas, a los rumores y las versiones periodísticas que ya hablan de nombres para sucederlo."Me reuní con el presidente (Daniel Angelici), sigo siendo el entrenador, a la tarde (del jueves) voy a dirigir la práctica y el domingo saldré a dirigir el equipo ante Vélez. Eso es lo que determinamos en la reunión", había declarado Bianchi tras el encuentro, en el mismo sentido de lo que dijo tras la derrota ante Estudiantes.La noche del miércoles tras la caída ante Estudiantes, el propio Bianchi espantó el fantasma del final que muchos consideran inminente.Pero la crisis de Boca no es nueva, viene de arrastre y Bianchi, de 65 años, que llegó hace 20 meses y sumó al estelar Juan Román Riquelme ilusionando a los xeneizes, estuvo lejos de repetir de las glorias del pasado.Ya sin Riquelme, cuyo contrato venció en junio pasado y tras idas y venidas con una dirigencia que no ocultaba que lo quería afuera del club, terminó yéndose a Argentinos Juniors, descendido a la segunda división, el club auriazul parece aún más a la deriva.Desde el regreso del DT para la tercera etapa al frente de Boca, el equipo tuvo un desempeño mediocre con apenas 45% de los puntos ganados y sin ningún título para mostrar.Finalmente la dirigencia del club le dijo adiós al entrenador que le dio a Boca sus páginas más gloriosas, con cuatro títulos locales (Apertura-1998, 2000 y 2003 y Clausura-1999), tres Copas Libertadores (2000, 2001 y 2003) y dos Intercontinentales en sus dos primeros ciclos (1998-2001 y 2003-2004), un palmarés difícil de igualar.Autocrítico, Bianchi admitió que ante Estudiantes Boca "no jugó bien. En el primer tiempo no jugamos, ellos aprovecharon nuestro desconcierto de arranque. Nosotros no jugamos".Contrasta este Bianchi un poco avejentado, a quien la hinchada sigue respetando por las alegrías del pasado pero en quien le cuesta ya confiar.Sólo un entrenador con sus galones pudo resistir en su puesto el mal desempeño y mediocres resultados de sus dirigidos, que "no ganaron nada" desde el inicio de su tercer ciclo, el 5 de enero de 2013.Uno de los tropiezos más dolorosos para la hinchada xeneize, fue la derrota 2-1 en el torneo pasado ante el archirrival River Plate que hacía una década que no podía ganarle en la Bombonera, y que además se consagró campeón del torneo local pasado.La Bombonera, un termómetroHace unos meses, Angelici había dicho que no le "temblaría la mano" para sacar al entrenador, con quien no tiene buena relación, pero luego se desdijo y sostuvo que "pase lo que pase Bianchi seguirá en el cargo".Hasta ahora desde las tribunas, más que críticas al técnico bajaron reclamos a los jugadores para que transpiren la camiseta y muestren que están a la altura de la tradición xeneize.Pero los hinchas comienzan a cansarse: "Veinte meses al frente de un equipo, eligiendo y sacando jugadores del plantel, lo hacen responsable de este desastre. Nada le quitará los méritos del pasado, pero esta pobre campaña lo mancha para siempre. El equipo es de lo más horrible que un hincha de Boca haya visto en mucho tiempo", escribió en la red Facebook Héctor Sánchez, un fanático auriazul.AFP
Boca, el único equipo 'grande' de la liga argentina que nunca descendió a segunda división, cayó 3-1 el miércoles de visita ante Estudiantes luego de haber sido apabullado en su propia casa por un modesto Atlético Rafaela (3-0) el domingo pasado.A cuatro jornadas de iniciado el torneo Transición, el equipo auriazul apenas sumó tres puntos en la segunda fecha ante Belgrano con un gol de último minuto del delantero Emmanuel Gigliotti, después de sufrir una primera derrota ante Newell's Old Boys (1-0) en el arranque.Hasta hace unas horas Bianchi seguía al mando, pese a las críticas, a los rumores y las versiones periodísticas que ya hablan de nombres para sucederlo."Me reuní con el presidente (Daniel Angelici), sigo siendo el entrenador, a la tarde (del jueves) voy a dirigir la práctica y el domingo saldré a dirigir el equipo ante Vélez. Eso es lo que determinamos en la reunión", había declarado Bianchi tras el encuentro, en el mismo sentido de lo que dijo tras la derrota ante Estudiantes.La noche del miércoles tras la caída ante Estudiantes, el propio Bianchi espantó el fantasma del final que muchos consideran inminente.Pero la crisis de Boca no es nueva, viene de arrastre y Bianchi, de 65 años, que llegó hace 20 meses y sumó al estelar Juan Román Riquelme ilusionando a los xeneizes, estuvo lejos de repetir de las glorias del pasado.Ya sin Riquelme, cuyo contrato venció en junio pasado y tras idas y venidas con una dirigencia que no ocultaba que lo quería afuera del club, terminó yéndose a Argentinos Juniors, descendido a la segunda división, el club auriazul parece aún más a la deriva.Desde el regreso del DT para la tercera etapa al frente de Boca, el equipo tuvo un desempeño mediocre con apenas 45% de los puntos ganados y sin ningún título para mostrar.Finalmente la dirigencia del club le dijo adiós al entrenador que le dio a Boca sus páginas más gloriosas, con cuatro títulos locales (Apertura-1998, 2000 y 2003 y Clausura-1999), tres Copas Libertadores (2000, 2001 y 2003) y dos Intercontinentales en sus dos primeros ciclos (1998-2001 y 2003-2004), un palmarés difícil de igualar.Autocrítico, Bianchi admitió que ante Estudiantes Boca "no jugó bien. En el primer tiempo no jugamos, ellos aprovecharon nuestro desconcierto de arranque. Nosotros no jugamos".Contrasta este Bianchi un poco avejentado, a quien la hinchada sigue respetando por las alegrías del pasado pero en quien le cuesta ya confiar.Sólo un entrenador con sus galones pudo resistir en su puesto el mal desempeño y mediocres resultados de sus dirigidos, que "no ganaron nada" desde el inicio de su tercer ciclo, el 5 de enero de 2013.Uno de los tropiezos más dolorosos para la hinchada xeneize, fue la derrota 2-1 en el torneo pasado ante el archirrival River Plate que hacía una década que no podía ganarle en la Bombonera, y que además se consagró campeón del torneo local pasado.La Bombonera, un termómetroHace unos meses, Angelici había dicho que no le "temblaría la mano" para sacar al entrenador, con quien no tiene buena relación, pero luego se desdijo y sostuvo que "pase lo que pase Bianchi seguirá en el cargo".Hasta ahora desde las tribunas, más que críticas al técnico bajaron reclamos a los jugadores para que transpiren la camiseta y muestren que están a la altura de la tradición xeneize.Pero los hinchas comienzan a cansarse: "Veinte meses al frente de un equipo, eligiendo y sacando jugadores del plantel, lo hacen responsable de este desastre. Nada le quitará los méritos del pasado, pero esta pobre campaña lo mancha para siempre. El equipo es de lo más horrible que un hincha de Boca haya visto en mucho tiempo", escribió en la red Facebook Héctor Sánchez, un fanático auriazul.AFP