Jerson Ruiz, Guayaquil
Hinchas de Emelec pidieron permiso en el trabajo, otros se fugaron. Tampoco faltaron aquellos que no tuvieron labores que hacer en la tarde. Lo importante era su cita con el equipo de sus amores en Copa Libertadores.
El rival, la Universidad Católica, contaba con una que otra camiseta en las gradas. Arrancando el partido, el empate de entrada ya perjudicaba a los azules.
Se jugaba el minuto 3 y las uñas comenzaban a ser saboreadas por los fanáticos. Oscar Bagüí trataba de llegar hasta el fondo del área de los chilenos, mientras que los fanáticos del “Bombillo” veían sus teléfonos y seguían en las redes sociales lo que pasaba en el estadio de Porto Alegre, donde el Internacional también empataba a cero goles con The Strongest. Eso era mala noticia.
Era el minuto 6 y el joven Byron Mina trataba de invadir la defensa de Universidad de Chile. Hasta ese minuto, Emelec estaba fuera de la Copa Libertadores.
Claro que era el principio del partido, pero el corazón de los hinchas no veía eso; ellos ya coreaban el gol del “Vikingo” Giménez, pero la pelota cayó en las manos del arquero Herrera.
El árbitro mexicano Roberto García ordenó un nuevo saque de costado que favorecía a la “U”. Era el minuto 7 con 45 segundos y Benegas enfrentaba al portero Dreer, pero el azul se hizo dueño de la pelota.
Hasta este momento Emelec sumaba 8 puntos, pero no le servían. La afición no dejaba de apoyar y mirar de “reojo” las redes sociales y lo que decían en las radios.
Llegado el minuto 11, Escalada hizo emocionar a la hinchada. Metió la pelota al arco, pero el juez de línea dijo que estaba en posición adelantada. De nada sirvió el grito de gol de la hinchada.
Todo estaba como en el inicio y en Brasil no pasaba nada.
OTRA POSICIÓN ADELANTADAMinuto 21, Luis Escalada volvió a mandar la pelota al arco chileno, no escuchó el pito que estaba en posición adelantada y el árbitro le llamó la atención; pero en un estrechón de manos, entre jugador y referí, todo quedó en santa paz. La fanaticada no dejaba de apoyar y en Brasil no se hacían nada, el empate en Guayaquil servía tanto a Internacional como a The Strongest. Para remate, Giménez estrelló la pelota en el palo. Los hinchas no lo creían.
CHAO NERVIOSSe jugaba el minuto 40 y el grito de gol se dio en Porto Alegre, cuando Valdivia colocaba el 1-0 a favor de Internacional. Eso se escuchó en el estadio Capwell y los aficionados se abrazaron, porque sabían que desde ese instante todo era cuestión de Emelec y de nadie más; claro, debían anotar.
La felicidad estaba escrita en los últimos 5 minutos del primer tiempo.
El gol que se dio en Brasil fue una inyección invisible para Emelec. En el minuto 42, en una jugada para Luis Miguel Escalada en el área de los chilenos, el “Pichu” trató de dar la vuelta y la pelota tocó en un defensor, lo que aprovechó Miler Bolaños, quien acarició el balón y lo metió en el arco. Era el 1-0 para los azules y desde ese instante ya estaban clasificados. Miler no lo gritó tanto, solo hizo una seña con el dedo hacia donde estaban sus jugadores. Sabía que todavía no podía cantar la victoria, porque estaba en la mitad del partido. Bolaños lograba su tercer gol en esta Copa Libertadores.
El festejo en el Capwell fue a lo grande, era un grito contenido durante todos estos partidos.Seguro que se escuchó hasta en Bolivia, donde lamentaban que The Strongest quedara eliminado. La clasificación estaba en su bolsillo azul, todo dependía ahora de los próximos 45 minutos. A esas alturas, varias uñas habían desaparecido de los emelecistas. Lo malo era que nadie comercializó agua de valeriana en botellas.
SUFRIMIENTO Se venía los 45 minutos más largos del 2015 para los “eléctricos”. De entrada, Ángel Mena emocionó a su fanaticada. Un mano a mano con el arquero no pudo ser liquidado, el 1-0 seguía escrito; mientras que en Brasil el 1-0 seguía inamovible. Era cuestión de que el reloj marcara más rápido su paso, pero eso no sucedió.
Minuto 56 y la Universidad de Chile se adueñaba del mediocampo.
Al 60 se salvó Emelec, Ubilla mandó la pelota a saludar el horizontal.Cuando los chilenos se disponían a cantar el gol, la pelota salió de la cancha.
TOCA LA LIRAEl Capwell fue una fiesta al minuto 62. Otra vez Luis Escalada le dio un pase preciso a Miler Bolaños. El goleador azul se pegó una carrera, tocó la pelota a un lado del golero Herrera y ¡goooooooooool! La clasificación era para el “Bombillo”, el 2-0 lo dejaba en los octavos de final. En Brasil continuaba el mismo marcador.
Miler festejó su anotación número 4 en la Libertadores como si estuviera tocando una lira.
Los azules lograron su pase a octavos en un miércoles distinto, donde muchos contarán que fue el día en que se fugaron del trabajo por el amor a su Emelec.
Hoy podemos decir que solo nos queda el “Bombillo” en Copa Libertadores.