Redacción Guayaquil
La única forma que encontró Clemencia Spizzirri para expresar su emoción al conocer que había sido designada como la maestra del año del estado de Iowa, EE. UU., fue con lágrimas.
Por la mente de la ecuatoriana surcaron las imágenes de sus padres y hermanos, quienes fueron los “culpables” de haber cultivado en ella el valor de la educación como la llave para conseguir las metas en la vida.
“Me puse a llorar y las primeras imágenes que vinieron a mi mente fueron mis padres; me hubiera gustado que ellos estuvieran vivos para que vieran”, dijo Clemencia en una entrevista para la web bbc.co.uk.
Parte de su vocación seguramente se la deba a su madre y hermano: la primera, por leerle durante sus primeros años, mientras que el segundo le regaló un diccionario para que pudiera entender sus libros.
El pasado 29 de abril, esta compatriota, de 38 años, que en 1997 dejó Ecuador en plena crisis económica para emigrar a Estados Unidos en busca de una nueva vida, fue parte del distinguido grupo de educadores que fueron galardonados por el presidente Barack Obama en la Casa Blanca.
Clemencia, nacida en Quito y la menor de siete hermanos, lleva cinco años enseñando español en la Merrill Middle School de Des Moines, pero antes de pisar territorio gringo, obtuvo su título profesional en la Universidad Técnica Particular de Loja en Inglés, como segunda lengua.
Se llenó de valentía y decisión para asumir en Miami su primer trabajo como empleada en una tienda de ropa y luego como asistente del gestor de un edificio de apartamentos de lujo.
Después se mudó con su hermana a Chicago, donde continuó con diversos empleos hasta que pudo homologar su título en 2007, antes de trasladarse con su esposo a Des Moines (Iowa).
Una vez allí supo de un programa especial para profesores de grupos minoritarios en Iowa, un estado en el que el 97% de la población es blanca, pero con comunidades de refugiados de Nigeria, Somalia, Vietnam, Nepal, Honduras, El Salvador, México y Bosnia, entre otros países, según resume la bbc.co.uk. (PA)
Nominada por su mejor alumnoEl reconocimiento para Clemencia no es solo por enseñar el español, sino por su incesante trabajo para introducir la multiculturalidad en las aulas.
Abdirahman Omar, un destacado estudiante durante su labor de voluntariado en un albergue de refugiados, fue el encargado de liderar la campaña para su galardón.
“Siempre he hecho mi trabajo sin esperar recibir algo a cambio, siempre lo he hecho de una manera genuina esperando beneficiar a los niños”, comentó.
Para Clemencia, la educación es “agente liberador” para avanzar en la sociedad. Ella sufrió la segregación en este país y por eso lucha, a través de la enseñanza, para proveer de herramientas a los jóvenes para que puedan alcanzar el éxito académico.