Redacción Guayaquil
El dolor, la tristeza y desolación rondaban ayer en el vecindario de la cooperativa 5 de Diciembre, en la parroquia Pascuales, donde se veló el menudo cuerpo de la niña de siete años, que pesaba 30 libras, la cual fue encontrada muerta dentro de un saco de yute.
Algunos detalles sobre la tragedia ocurrida en aquel sector del norte de Guayaquil hacían erizar la piel a todo aquel que escuchaba hablar sobre lo sucedido a la estudiante, a quien hallaron desnuda y con desgarros en sus partes íntimas, la mañana del pasado viernes.
Esos fueron algunos de los indicios que marcaron la pauta de la investigación que realiza personal especializado de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased), de la Policía y la Fiscalía del Guayas, en la cual están involucrados cuatro allegados de la víctima.
“Dentro del saco, la niña estaba completamente limpia, bañada”, dijo el coronel Víctor Aráus, director nacional de la Dinased, quien refirió además que en el interior de la casa donde vivía la menor de edad, en el baño, encontraron unas huellas de sangre, las cuales resultaron positivas a la prueba efectuada.
Eso llevó a los agentes a investigar más en la morada, donde la víctima compartía con su madre, el conviviente de esta, un tío y la abuela materna, quienes fueron retenidos y ayer se les ordenó la prisión preventiva en la audiencia de formulación de cargos, realizada en la Unidad Judicial de Flagrancias de la Fiscalía, acto presidido por el juez Luis Tapia Chacón.
CONTRADICCIONES DE
LOS ALLEGADOS
Las primeras investigaciones sobre la muerte de la niña también llegaron a manos del fiscal provincial del Guayas, Paúl Ponce Quiroz, quien acudió a la diligencia efectuada la mañana de ayer en contra de los familiares de la fallecida.
Según refirió el funcionario, con las pericias realizadas, las versiones tomadas y el reconocimiento en el lugar, la Fiscalía formuló cargos en contra de los cuatro parientes de la pequeña, a quienes se investigan desde la mañana del viernes pasado, después que encontraron el cuerpo a 30 metros de su casa.
Ponce indicó que los familiares son indagados por “las contradicciones en sus declaraciones y porque sus versiones tienen también una tendencia de encubrir la realidad de los hechos”, comentó el fiscal.
“Estamos ante un escenario familiar sumamente deteriorado”, manifestó el agente y refirió que algunas de las dudas se reflejan en las horas y acciones que indicaron los sospechosos.
MANDADA A COMPRAR
Según el titular provincial de la Fiscalía, una de las dudas es que se haya mandado a la niña a comprar en la noche del jueves, cuando en la casa habían personas adultas que podrían haberlo hecho.
A partir de eso han tomado versiones a algunas personas que vieron a la víctima en la tienda. En la investigación se menciona que ella habría hecho la compra alrededor de las nueve de la noche y un niño de once años le vendió un papel higiénico y cigarrillos.
También hay sospechas sobre la supuesta búsqueda que hicieron los parientes en la zona, donde se lamenta sobre lo ocurrido, mientras los investigadores procuran aclarar este horrendo homicidio. (IC)
Redacción GuayaquilEl dolor, la tristeza y desolación rondaban ayer en el vecindario de la cooperativa 5 de Diciembre, en la parroquia Pascuales, donde se veló el menudo cuerpo de la niña de siete años, que pesaba 30 libras, la cual fue encontrada muerta dentro de un saco de yute.Algunos detalles sobre la tragedia ocurrida en aquel sector del norte de Guayaquil hacían erizar la piel a todo aquel que escuchaba hablar sobre lo sucedido a la estudiante, a quien hallaron desnuda y con desgarros en sus partes íntimas, la mañana del pasado viernes. Esos fueron algunos de los indicios que marcaron la pauta de la investigación que realiza personal especializado de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida (Dinased), de la Policía y la Fiscalía del Guayas, en la cual están involucrados cuatro allegados de la víctima.