El nacimiento de su futuro hijo y hermano está previsto para dentro de unos 45 días. Pero sus ojos irradian tristeza. La niña, de 12 años, camina por la casa en silencio. Rehúye cualquier pregunta relacionada con el episodio más siniestro de su corta vida. Ya ni siquiera desea ver a las amigas del barrio con las que jugaba hasta hace poco. Solo ella sabe qué pensamientos le invaden cuando echa la vista atrás. Tal vez por eso intenta abstraerse y vencer a sus fantasmas ayudando en las labores del hogar.
Hace siete meses y medio, su padre presuntamente “la violó y la dejó embarazada”. Según asegura su madre a EXTRA, todo sucedió a raíz de que ella dejara a su marido en abril. Entonces, el hombre “hizo que la chica durmiera con él”. Al parecer, la menor soportó abusos “durante meses”.
Aunque cada año recibía regalos de su padre cuando llegaba la Navidad, en esta ocasión no habrá muñecas sino un niño de carne y hueso, al que bautizará con el nombre de Daniel Alejandro.
Pero Mercedes ni siquiera tiene ropa de premamá. La situación económica de su familia es tan delicada que debe vestir prendas de su madre, Lucía. Aún no ha comprado ni un pañal para su “príncipe”, como llama la pequeña al bebé que crece en su interior.
Apenas tiene dinero para las consultas médicas. Y tampoco cuenta con biberones ni una cuna, pero una fuerza invisible parece abrirse camino entre cada una de sus lágrimas. Porque cuando acude al centro de salud para sus chequeos, se emociona al ver a otras mujeres con sus criaturas en brazos. Eso le da valor para convertirse en una buena madre. Gracias a una tía suya, al menos consiguió unas pijamas y baberos usados.
Pero Lucía tiene muy claro que su hija no hipotecará su vida. De modo que cuando nazca el bebé, se hará cargo de él para que la menor pueda retomar sus estudios. Quiere que la muchacha tenga armas para enfrentarse a los duros desafíos que la esperan.
LOS RECUERDOSAmbas viven en una austera casa de Milagro. Paredes de bloque, piso de cemento… En la sala tan solo hay una mesa de plástico y cuatro sillas. Hasta el eco parece resonar entre sus diáfanos muros. La madre de la niña recuerda que se separó de su esposo poco antes de que esta se quedara embarazada: “Me agredía, no soportaba que me fuera infiel y, además, le gustaba embriagarse continuamente”.
Desesperada, se marchó del que había sido su hogar y, poco después, trató de recuperarse en Riobamba junto a un pretendiente. No pudo llevarse a sus hijos porque su marido, según relata, se lo impidió.
A pesar de la distancia, “intentaba estar al tanto” de sus retoños, “los llamaba y visitaba”. Pero pronto surgieron las primeras sospechas, porque su expareja únicamente le dejaba ver a los dos varones, de 8 y 14 años, y le respondía con evasivas cuando preguntaba por la hija. El pasado septiembre, una pariente le alertó de que algo extraño estaba sucediendo en su antigua casa. “Pude encontrarme con mi hija. Y me llevé la mayor sorpresa de mi vida. Estaba ya de cinco meses. Se me vino el mundo encima”, subraya.
En un primer momento, creyó que el bebé sería de “algún enamorado”. Pero su corazón se resquebrajó en mil pedazos cuando supo la verdad. La niña había pasado meses destrozada, ya que no tenía con quién compartir su angustia, agravada por el hecho de que “su padre le obligó a abandonar el colegio y le compró una faja para que no se le notara el vientre hinchado”.
Ahora, ambas esperan que la denuncia interpuesta ante la Fiscalía de Milagro hace más de dos meses prospere y que el supuesto autor de tan atroces prácticas pague por ello. Entre tanto, “él sigue paseándose tranquilamente por las calles del cantón”.
No se ha presentado a declararDentro de la investigación previa realizada por esta presunta violación, la Fiscalía de Milagro remitió dos notificaciones al padre de la muchacha para que acudiera a dar su versión de los hechos los pasados 24 y 28 de septiembre. Sin embargo, en ambas ocasiones no se presentó.
En el documento que le hizo llegar, el Ministerio Público le recordó su obligación de cooperar “para esclarecer la verdad” y que, en caso de incumplimiento, el fiscal podrá solicitar su comparecencia “con el uso de la fuerza pública”.
A LA ESPERA DE FECHA PARA FORMULAR CARGOSÉdison Daquilema, fiscal que ha dirigido la investigación del caso, explicó a EXTRA que el padre de la niña podría ser el autor de la violación (castigada con hasta 22 años de cárcel). Y basó su argumentación en los resultados de las diligencias practicadas hasta el momento. Entre ellas figuran un examen médico legal a la menor, varias valoraciones psicológicas y pruebas técnicas como el reconocimiento del lugar de los hechos.
“Estamos a la espera de que el juez de Garantías Penales señale día y hora para la respectiva formulación de cargos”, afirma el representante del Ministerio Público.
Por otra parte, el psicólogo del Ministerio de Salud Pública que atiende a la muchacha sostiene que ha visto un cambio positivo en la chica con el paso del tiempo. “Se sintió escuchada, con confianza para conversar sin ser cuestionada y aprender a tener un embarazo adolescente con la mentalidad de una niña. Antes veía a su padre como una especie de héroe”, precisa.
EXTRA se puso en contacto con un alto mando de la Policía Nacional para conocer la cifra de niños que han sufrido abusos sexuales en 2015 dentro del núcleo familiar.
Pero dicha persona no facilitó a este diario los datos solicitados. “Muy pocas veces se da información por los derechos que tienen los infantes de ser protegidos y porque es un tema delicado”, valoró.