Gritaron sin cesar durante 92 minutos. Pero, esta vez, el aliento de la hinchada no fue suficiente para empujar a Liga de Quito hacia la victoria. La derrota, inevitablemente, dejó un mal sabor de boca entre los aficionados.
Tres horas antes del encuentro, la fanaticada rodeaba el recinto. Con bombos, trompetas, pitos y banderas, orquestaban la ilusión de alrededor de 35 mil almas futboleras, que añoraban ver los dos goles necesarios para destronar a Emelec.
Hans Heymann, de 36 años, mató los nervios antes del duelo fumando cigarrillos. El partido de ida, en el que el ‘Bombillo’ venció por tres goles a uno, le había dejado un halo de esperanza. “Tenemos que probar por qué somos el Rey de Copas”, comentó.
Para cuando Daniel Salazar dio el ‘pitazo’ de inicio a las 11:32, los miembros de la ‘Muerte Blanca’ y el resto de hinchas ya habían coreado, una y otra vez, los cánticos más famosos de su equipo.