Tatiana Peña estaba en un restaurante capitalino cuando su hijo Sebastián, de cinco meses, empezó a llorar. Los gritos del bebé llamaron la atención de los comensales, que abandonaron sus conversaciones para fijar los ojos en el pequeño.
Algo avergonzada, la mujer, de 26 años, sacó uno de sus pechos para alimentarlo. Pero dos parejas de unos cincuenta años la miraron con evidente gesto de desaprobación. En ese instante, el camarero, ruborizado, se acercó a ella y le pidió que amamantara a la criatura en el baño, pues estaba “incomodando a los clientes” de algunos mesas.
Tatiana, azorada, pagó la cuenta y salió del establecimiento sin pronunciar una palabra. Ahora que han pasado seis meses desde el incidente, reconoce que fue un error “huir” del lugar: “Debí enfrentar a esas personas porque no estaba haciendo nada malo. Mi hijo tenía hambre. Pero, como madre primeriza, no tenía experiencia en el tema”.
Historias como la de Tatiana se repiten por todo el mundo. Y la polémica también ha llegado a Ecuador. El rechazo a la lactancia materna en público se ha vuelto habitual en algunos lugares según Lucila Donoso, coordinadora del Grupo de Apoyo a la Lactancia y Maternidad de Quito.
Esta madre de dos niños creó el colectivo en marzo de 2009. Su objetivo es compartir experiencias entre las progenitoras y concienciar a la ciudadanía ecuatoriana. Todos los viernes, de 10:00 a 12:00, se reúne con sus compañeras en el aula 705 de la Universidad Andina Simón Bolívar (centro-norte).
En el primer encuentro, el salón se llenó de madres procedentes de distintos rincones, que socializaron sus dudas. Para ellas, resulta inaudito que se juzgue a una mujer por alimentar a su bebé en sitios públicos. “Las modelos van por ahí con las tetas al aire y nadie les dice nada”, denuncia Lucila con vehemencia.
Desde su punto de vista, las críticas a estas prácticas “naturales” vienen del exterior, ya que en el centro histórico de Quito, donde reside, las mujeres dan el pecho “sin miedo” a sus hijos, especialmente en los bancos de la plaza Grande.
Por su parte, Venecia Báez, instructora de baile con porteo de bebés, asegura que la incomodidad ante la lactancia en sociedad se genera muchas veces entre los propios parientes de las afectadas, por lo que la “lucha” debe iniciarse en el hogar, ante los seres queridos.
“Mi esposo es súper clásico, he tenido que enseñarle poco a poco. Cuando me sentaba en cualquier lado para dar de comer al bebé, él ponía la pañalera a un lado y se paraba enfrente de mí, haciéndome una barrerita”, relata.
Teresa Velóz, madre de dos niños, escenifica la problemática con una anécdota que vivió en una reunión familiar, cuando el bebé de una prima comenzó a llorar: “Yo le pregunte: ‘¿Qué le pasa a la nena?’ Me dijo que tenía hambre, pero que no le daba el seno porque sentía vergüenza. Entonces me paré y les dije a todos: ‘¡Verán, la Dana tiene hambre y la mamá le va a dar la teta!’. En eso, mi esposo, que me apoya un montón, señaló: ‘¡Arriba las tetas!’”.
De hecho, Thalía Ruiz, que llegó desde Venezuela hace unos meses, manifiesta que le sorprendió comprobar cómo muchas mujeres extraen su leche para ponerla en una mamila y no tener que mostrar los pechos en público. “Cuando doy el seno, en todos los cafés la gente me mira mal”, puntualiza.
Qué dicen los padres
Algunos papás se han involucrado también en este grupo de lactancia. Para ellos, amamantar es un acto natural de todos los mamíferos. Y entienden que ha llegado la hora de superar los prejuicios de la cultura machista, que confunde los pechos “con símbolos sexuales”. Así mismo, José Miguel Varela y Nubia Almeida, ambos psicólogos, coinciden en que la “leche de mamá” brinda estabilidad a los bebés en su proceso de crecimiento.
Algunas parejas como la formada por Fray Castro y Noemi Carpio recuerdan que su acercamiento a estas actividades dio comienzo cuando la mujer quedó embarazada. Ahora, los dos se han convertido en consejeros de lactancia para otros padres. “Todo empezó en un congreso, en el que hablaban de distintos temas y me puse a pensar en qué era lo mejor para mi bebé. La leche materna es ecológica, gratuita y no contamina”, detalla Fray convencida.
Reprobada en un centro comercialLa abogada Elizabeth García es líder de la Liga de la Leche en el Ecuador, una organización internacional que se encuentra en más de 60 países.
García indica que su actividad se centra en responder a las inquietudes de las madres lactantes, que a menudo se han sentido “juzgadas” por amamantar en público. Incluso rememora el caso de una, a quien el guardia de seguridad de un centro comercial le pidió que se retirara con el argumento de que aquel no era el sitio adecuado para ese “tipo de prácticas”.
Cuando la afectada solicitó explicaciones a los administradores, estos le respondieron que había sido una decisión del guardia, no una política del lugar. “Después de eso, veinte mujeres se juntaron en el centro comercial para amamantar a su hijos”, detalla.
Elizabeth resalta que se ha sexualizado la imagen femenina y hace hincapié en que no es un asunto de clases sociales: “No solo las de mujeres de escasos recursos, todas deben dar de lactar”.
La abogada también resalta que no existe ninguna ley que prohíba amamantar en público. Es más, agrega que la Constitución ampara esta práctica hasta los seis meses de vida del niño.
La incomodidad de los críticosEXTRA contactó con tres personas contrarias a la lactancia en sitios públicos.
Dos de ellas prefirieron no revelar sus identidades, pero afirmaron que no están de acuerdo con estas prácticas porque les parece “inapropiado” exhibir los pechos en la calle.
Por otro lado, Baltasar Martucci, propietario de un café libro, agregó que le resulta incómodo presenciar el amamantamiento, por lo que sugiere la creación de espacios más privados para evitar “vergüenzas mutuas”.
RecomendacionesEl pediatra Gonzalo Trujillo recomienda la leche materna como alimento único hasta los seis meses de vida y como complementario hasta los dos años.
A su juicio, es la mejor forma de proporcionar el necesario aporte nutricional, inmunológico y emocional que el bebé requiere, ya que le brinda todos los nutrientes y anticuerpos para mantenerlo sano, además de permitirle crear un estrecho lazo afectivo con la madre.
Solo el 40% de las madres ecuatorianas amamantan en públicoSegún datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ecuador solo el 40 por ciento de las madres dan el paso de amamantar en público a sus hijos.
La cifra es algo superior a la media latinoamericana, que conforme a las estadísticas manejadas por Unicef se sitúa en un 37 por ciento durante los seis primeros meses de vida de los niños.
Por esta razón, se han promovido varias campañas en redes sociales para fomentarla. Hace unos meses, se lanzó una con el hashtag #Yosacopecho, que gozó de miles de apoyos.
Madres de distintos países subieron fotos a las redes sociales dando el seno. Incluso algunas modelos de Victoria’s Secret se han unido a estas iniciativas. Entre ellas figuran Gisele Bündchen, Miranda Kerr y Doutzen Kroes.