Celdas con literas y baños, comedores, cuartos para visitas íntimas, talleres de capacitación, áreas de uso múltiple son, entre otras, las implementaciones que tendrá el nuevo centro de rehabilitación que se construye junto a la penitenciaría del Litoral.
Se trata de doce pabellones que albergará a 2.400 internos, de los cuales tres ya están listos para 600 personas privadas de su libertad. La obra tiene un costo de 33 millones de dólares y se prevé que todo el conjunto esté listo a fines de diciembre de este año.
Con este nuevo sistema también se eliminará el nombre de penitenciaría del Litoral, pues en adelante se llamará Centro de Privación de Libertad de Personas con Conflictos con la Ley.
Ayer por la tarde se efectuó un recorrido con funcionarios del Ministerio de Justicia en uno de los pabellones listos. Cada uno tiene capacidad para 200 internos distribuidos en cuatro secciones, cada una con celdas que acogerá a dos internos.
Cada celda tiene una litera, una ducha y un inodoro, además de un espacio para que los reos ubiquen sus pertenencias. Los servicios higiénicos fueron fabricados con aluminio. Una particularidad es que estos espacios no cuentan con un sistema de tomacorrientes.
“La idea es estandarizar el trato de los reos, de manera que no existan privilegios, con ello se evita que los privados de su libertad tengan televisor, radio u otro tipo de artefacto eléctrico”, manifestó el director del nuevo centro, Héctor Reina Vivar.
Sostuvo que estos pabellones están divididos en plantas alta y baja, así como dos patios, uno para cada planta, es decir estarán independientes uno del otro.
“Por el momento se entregarán tres pabellones listos y con eso vamos a saber qué privado de su libertad irá en qué celda, planta o sector y para que sus familias también sepan en donde estarán ubicados”, agregó.
Sobre los internos, señaló que están clasificados no solo por su acto delictivo al que están condenados, sino por su sociabilidad, labor, experiencia y, según eso, su disposición de rehabilitarse, participarán en labores como cultura, arte y talleres de capacitación.
Cada pabellón tiene espacios destinados a las visitas íntimas, que consta de una cama, una ducha y un inodoro. El reo podrá recibir, una vez por semana, a su pareja con quien compartirá un tiempo determinado.
Cada planta incluye un área de monitoreo, donde se vigilarán las celdas y se controlará el sistema de iluminación. También consta de una sirena.
Pabellones con Talleres
Sobre los talleres, María Belén Chérrez, coordinadora de la zona 8 del Ministerio de Justicia, anunció que cada pabellón tendrá talleres para capacitar a los internos en áreas como ebanistería, mecánica u otros oficios.
“Los privados de su libertad que fueron escogidos por el departamento de Diagnóstico y Evaluación podrán acceder a estos espacios”, expresó. Además habrá un cuidado especial en las herramientas, pues estas serán inventariadas diariamente para asegurar que ninguna de ellas se pierda o sea usada para agredirse entre ellos o dañar la estructura del complejo.
El equipo de diagnóstico está conformado por un psicólogo, una trabajadora social, un médico, un abogado, y un subcoordinador, además del personal de guías penitenciarios, con un mínimo de doce por pabellón.
En este último punto, Reina mencionó que para fines de abril habrá 483 nuevos guías penitenciarios que se graduarán en la Escuela Superior Politécnica del Ejército (Espe). “Ellos fueron capacitados por seis meses para actuar en este nuevo sistema penitenciario y sucesivamente saldrán más participantes”, agregó Reina.
Chérrez añadió que estos guías también fueron adiestrados para actuar en reemplazo del personal administrativo, cuando estos estén fuera de la jornada laboral, por lo que también están capacitados para evaluar cómo se comportan los internos.
A estas implementaciones se suma el dispensario médico, con capacidad para atender las necesidades de salud básicas de los recluidos.
“Tenemos pensado en un futuro, porque hay espacio, crear un área de cirugía, pero aún se trabaja en esto, ya que debe traerse a los médicos y de esta forma evitar evacuar al interno en caso de que necesite una operación o una atención de emergencia.
Sistemas de control
Una forma de controlar el ingreso de armas, alcohol, drogas o dinero es un sistema de gestión llamado Economato. Según Chérrez, consiste en que el Ministerio dotará en el interior de una tienda con bienes de primera necesidad, como jabón, champú, afeitadoras, jugos, colas, etc., que serán puestos a disposición de los internos a precio de costo.
De esta forma se evitará el ingreso de dinero al nuevo régimen penitenciario, ya que se usarán tiques que emitirá el Ministerio debidamente numerados y con un mecanismo de control para que no sean falsificados, y estos estarán respaldados con depósitos que realicen los familiares.
Así ya no tendrían que ingresar cosas y además será mucho más fácil requisar a una persona que solo ingresará con su cédula de identidad y esto tendrá otro beneficio: la entrada de las visitas será más rápido.
“De esta manera también se evitará que se ingrese o se camuflen cosas como drogas, armas o alcohol, que es lo que generalmente pasan cuando llegan las visitas”, aseguró la coordinadora zonal.
Otro aspecto es que las personas que serán parte de los talleres industriales recibirán una remuneración, que será depositada a una cuenta a disposición de los privados de su liberad.
Este podrá indicar a quien enviará el dinero, solo con su nombre y número de cédula junto con su firma.
Cerca a los nuevos pabellones también se construye un centro de reclusión regional, que tendrá capacidad para 3.600 personas privadas de su libertad.
Habrá sistema “cero ocio” Para María Belén Chérrez, coordinadora zonal, este nuevo modelo de gestión penitenciaria tiene aspectos nuevos encaminados a asegurar la rehabilitación del interno.
“El nuevo modelo pretende aplicar el sistema ‘cero ocio’ en los centros de rehabilitación”, anunció la funcionaria zonal, que comprende los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón.
Comentó que el nuevo centro tiene un horario establecido de trabajo, descanso, estudio, para actividades personales, para recibir visitas, etc., es decir siempre tendrán una actividad.
Sobre este modelo mencionó que fueron asesorados por expertos de República Dominicana, Estados Unidos, Francia y Chile, que con sus experiencias pudieron adaptar sus sistemas al régimen penitenciario del país.
A esto se suma la creación de protocolos de seguridad, que deberán ser aprobados por el Consejo Nacional de Rehabilitación y de esta forma ponerlos en prácticas en los centros carcelarios.