Rolando Jiménez Zúñiga, de 33 años, se divertía con amigos bañándose en las aguas del estero Salado, cerca al sector de la 45 y El Oro. Según informaron varios buzos de la Policía Nacional que llegaron al afluente, la víctima salió de su casa, ubicada en la 32 y García Goyena, para nadar en el estero. De repente, Jiménez Zúñiga y varios amigos decidieron competir cruzando a nado el afluente, de una orilla a otra. Rolando aceptó el reto, pero al parecer un calambre lo traicionó, dejándolo a merced de la corriente. NO LLEGÓ A LA ORILLA Luego de varios minutos Jiménez fue el único nadador que no llegó a la orilla. Sus compañeros avisaron a los moradores sobre lo ocurrido, pero nada pudo hacerse, ya que Rolando estaba sumergido sin vida en las salinas aguas de este brazo de mar. Buzos del Grupo de Intervención y Rescate de la Policía (GIR) llegaron para sacar el cadáver, mientras que en la orilla su esposa Karina Gómez y su madre lo esperaban con llantos. No entendían porqué su pariente se ahogó puesto que sí sabía nadar. La Policía se llevó el cuerpo de Jiménez hacia la morgue en medio de un cuadro de drama y dolor.