Para Carlos Herrera, paramédico forense, la noche del domingo y la madrugada de ayer fueron intensas. Él, junto a su hermano Serafín realizaron las autopsias de las víctimas del accidente de tránsito ocurrido hace dos días en el kilómetro 20 de vía a la Costa. “Todos llegaron destrozados, pues tenían heridas múltiples y fracturas, e incluso una mujer estaba mutilada”, comentó Carlos, quien inició las necropsias a las 20:00, tres horas después de la tragedia que hasta ahora deja ocho muertos, y finalizó a las 07:00, ayer. “No tuvimos tiempo para descansar. Los familiares se amanecieron en la morgue y esperaban retirar a sus allegados”, agregó el paramédico. Los llevaron al salón del reino Tras las autopsias, los fallecidos fueron llevados al salón del reino de los Testigos de Jehová, en las calles México y Oriente del barrio Centenario, en el sur de Guayaquil. En el sitio, los miembros de la congregación no permitieron el acceso a quienes no fueran sus conocidos. Algunos parientes salieron a la vereda que está por la entrada al lugar y mencionaron que no querían que lo ocurrido siga siendo público. “Es mejor que respeten el dolor que sentimos este momento, necesitamos que nos dejen tranquilos y no queremos hablar más sobre lo que pasó”, dijo un joven que estaba junto a la entrada de la casa de oración. Una de las víctimas que se velaba en el lugar fue llevada a una de las salas de la Junta de Beneficencia. El pequeño Miguel Santiago Lituma Escalante, de 2 años, fue acompañado por sus familiares en el velatorio. Su abuela siempre permaneció junto al féretro.Ella recordó que la criatura era muy querida por sus parientes, después de eso no pudo contener las lágrimas y prefirió guardar silencio. Hasta ese momento eran seis los fallecidos. A ellos se sumó Andrea Estefanía Molina Chugcho, de 20 años, quien no resistió a una intervención quirúrgica en el hospital Luis Vernaza, durante la madrugada. En diferentes casas de salud permanecen internadas al menos 39 personas, según un parte de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). Los elementos de la CTE aún están tras la pista del conductor. El dueño del vehículo fue identificado como Jacinto Arturo Zambrano Rodríguez, quien habitaría en Quito, según investigaciones preliminares. Los agentes de tránsito investigan a la compañía Rapitrans, a la que pertenecería el autobús. Los vigilantes buscaron a su propietario en su domicilio, pues supuestamente vive en Guayacanes, pero no lo encontraron. Fallecidos Hasta este momento, las personas fallecidas son las siguientes: María Hermelinda Lara de Chugcho (62 años), Raúl Francisco Tapia Vélez (59), Julio Enrique Escalante García (65), Miguel Santiago Lituma Escalante (2), Bertha Adriana Alcívar Banchón (40), Petra Macías Acosta (46), Andrea Estefanía Molina Chugcho (20) y otra persona que, hasta el cierre de esta edición, aún no llegaba al anfiteatro. Algunas de las víctimas pertenecen a los mismos núcleos familiares. Polémica por transfusiones de sangre El subdirector del hospital Luis Vernaza, Jorge Hurel Prieto, informó que a la casa de salud ingresaron 12 víctimas del accidente, de las cuales tres fallecieron y a cinco les dieron el alta ambulatoria. El galeno mencionó que “las familias no aceptaron que se hagan transfusiones de sangre a los afectados. Uno de los casos fue el de Andrea Molina, quien llegó consciente y voluntariamente dijo que no quería este tipo de intervención”. Molina falleció a las 00:02 de ayer durante una operación. “No quiero que esto se preste para especulaciones. Si hubiéramos hecho la transfusión, tal vez se pudo tener una oportunidad más para salvarla, pero nosotros respetamos sus creencias y no podemos ir en su contra”, agregó Hurel. A su vez, José Luis Tapia, vocero de los Testigos de Jehová, expresó que “el tema de la transfusión, al igual que otros principios bíblicos por los que nos regimos, es un mandato de la Biblia que cada persona lo asume como propio. Así que muchas de las decisiones con procedimientos médicos que implican uso de la sangre tienen que ver con decisiones personales”. Además, Tapia agregó que “cada paciente decide de acuerdo a su conciencia. Lo que agradecemos es que hay alternativas, incluso en procesos complicados como estos, que han permitido estabilizar vidas”.
Para Carlos Herrera, paramédico forense, la noche del domingo y la madrugada de ayer fueron intensas. Él, junto a su hermano Serafín realizaron las autopsias de las víctimas del accidente de tránsito ocurrido hace dos días en el kilómetro 20 de vía a la Costa. “Todos llegaron destrozados, pues tenían heridas múltiples y fracturas, e incluso una mujer estaba mutilada”, comentó Carlos, quien inició las necropsias a las 20:00, tres horas después de la tragedia que hasta ahora deja ocho muertos, y finalizó a las 07:00, ayer. “No tuvimos tiempo para descansar. Los familiares se amanecieron en la morgue y esperaban retirar a sus allegados”, agregó el paramédico. Los llevaron al salón del reino Tras las autopsias, los fallecidos fueron llevados al salón del reino de los Testigos de Jehová, en las calles México y Oriente del barrio Centenario, en el sur de Guayaquil. En el sitio, los miembros de la congregación no permitieron el acceso a quienes no fueran sus conocidos. Algunos parientes salieron a la vereda que está por la entrada al lugar y mencionaron que no querían que lo ocurrido siga siendo público. “Es mejor que respeten el dolor que sentimos este momento, necesitamos que nos dejen tranquilos y no queremos hablar más sobre lo que pasó”, dijo un joven que estaba junto a la entrada de la casa de oración. Una de las víctimas que se velaba en el lugar fue llevada a una de las salas de la Junta de Beneficencia. El pequeño Miguel Santiago Lituma Escalante, de 2 años, fue acompañado por sus familiares en el velatorio. Su abuela siempre permaneció junto al féretro.Ella recordó que la criatura era muy querida por sus parientes, después de eso no pudo contener las lágrimas y prefirió guardar silencio. Hasta ese momento eran seis los fallecidos. A ellos se sumó Andrea Estefanía Molina Chugcho, de 20 años, quien no resistió a una intervención quirúrgica en el hospital Luis Vernaza, durante la madrugada. En diferentes casas de salud permanecen internadas al menos 39 personas, según un parte de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE). Los elementos de la CTE aún están tras la pista del conductor. El dueño del vehículo fue identificado como Jacinto Arturo Zambrano Rodríguez, quien habitaría en Quito, según investigaciones preliminares. Los agentes de tránsito investigan a la compañía Rapitrans, a la que pertenecería el autobús. Los vigilantes buscaron a su propietario en su domicilio, pues supuestamente vive en Guayacanes, pero no lo encontraron. Fallecidos Hasta este momento, las personas fallecidas son las siguientes: María Hermelinda Lara de Chugcho (62 años), Raúl Francisco Tapia Vélez (59), Julio Enrique Escalante García (65), Miguel Santiago Lituma Escalante (2), Bertha Adriana Alcívar Banchón (40), Petra Macías Acosta (46), Andrea Estefanía Molina Chugcho (20) y otra persona que, hasta el cierre de esta edición, aún no llegaba al anfiteatro. Algunas de las víctimas pertenecen a los mismos núcleos familiares. Polémica por transfusiones de sangre El subdirector del hospital Luis Vernaza, Jorge Hurel Prieto, informó que a la casa de salud ingresaron 12 víctimas del accidente, de las cuales tres fallecieron y a cinco les dieron el alta ambulatoria. El galeno mencionó que “las familias no aceptaron que se hagan transfusiones de sangre a los afectados. Uno de los casos fue el de Andrea Molina, quien llegó consciente y voluntariamente dijo que no quería este tipo de intervención”. Molina falleció a las 00:02 de ayer durante una operación. “No quiero que esto se preste para especulaciones. Si hubiéramos hecho la transfusión, tal vez se pudo tener una oportunidad más para salvarla, pero nosotros respetamos sus creencias y no podemos ir en su contra”, agregó Hurel. A su vez, José Luis Tapia, vocero de los Testigos de Jehová, expresó que “el tema de la transfusión, al igual que otros principios bíblicos por los que nos regimos, es un mandato de la Biblia que cada persona lo asume como propio. Así que muchas de las decisiones con procedimientos médicos que implican uso de la sangre tienen que ver con decisiones personales”. Además, Tapia agregó que “cada paciente decide de acuerdo a su conciencia. Lo que agradecemos es que hay alternativas, incluso en procesos complicados como estos, que han permitido estabilizar vidas”.