Dice que no hace dieta porque le gusta comer cangrejos, el caldo de bola y otros platos típicos ecuatorianos, en especial los de su natal Esmeraldas.
Ese despampanante cuerpo se lo debe a sus raíces afroecuatorianas que le han permitido mantenerse con el transcurso de los años. Martha Bone sigue con esa misma chispa que tuvo durante sus días en el programa concurso A todo dar. Dice que fue una de sus fundadoras, ya que el show empezó en febrero de 1997 y ella entró en abril, a los 17 años, convirtiéndose así en la primera modelo y animadora afroecuatoriana de la televisión nacional.
De aquellos tiempos prefiere no hablar mucho porque se pone melancólica. Recuerda con nostalgia a Marco Vinicio Bedoya y a Katty Yoncón, su compañera y amiga, con la que puso desarrollar una buena amistad. Actualmente mantiene contacto con las otras modelos como Kattya Tamayo, María Cristina Yépez y Ginger Noriega, quien reside en Miami.
Hace poco la vimos en el concurso 1, 2, 3 Báilalo, transmitido por GamaTV, en el cual no tuvo tanta suerte al ser una de las primeras eliminadas. “Fue una linda experiencia, la gente del canal me trató muy bien, pero pese a que aún bailo como lo hacía en A todo dar, no soy buena para realizar coreografías en pareja”, expresó.
Actualmente trabaja como anfitriona y attaché para eventos comerciales. Afirma que, pese a que “come de todo”, días antes de algún contrato se controla en la alimentación. Además suele ir al spa de Sofía Vásconez, quien la asesora en cómo mantenerse regia, para seguir “arrasando con todo”, como solía decir en el desaparecido programa de TC Televisión.
Pese a que no le faltan pretendientes, Martha sigue soltera y se mantiene “en perfil bajo”, sin farrear ni exponerse mucho en el mundo de la farándula, ya que prefiere estar en casa junto a su familia. No cree en los “hombres perfectos” ni en “príncipes azules”. Para ella lo primordial es que su futura pareja la acepte a ella como es y que también quiera a su hijo Alexander, de 5 años.