Las fuerzas de seguridad sirias mataron hoy a tiros a cuatro civiles en un autobús en la provincia norteña de Idlib, dijeron disidentes, en momentos en que aumenta la presión internacional sobre Damasco para cumplir un compromiso de alto el fuego. En el último episodio de violencia que socava la frágil tregua pactada hace 13 días, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, indicó que las cuatro personas murieron en un puesto de control en la carretera principal que une Alepo con la capital. La entidad señaló que un anciano murió durante intensos combates en la ciudad de Derá, en el sur del país, crisol de la revuelta contra el presidente Bashar al-Assad que se gestó tras levantamientos en otros países del mundo árabes. Una mujer que visitó Douma el martes en la noche dijo que el poblado mayormente opositor a Assad, ubicado al este de Damasco, había estado bajo un bombardeo constante y que estaba sin agua, energía eléctrica ni señal para teléfonos celulares. "Hubo bombardeos toda la noche. Artillería y tanques. No dormimos nada, ni por un momento", dijo la mujer a Reuters en Líbano. No hubo ninguna mención de los disparos en los medios rígidamente controlados por Siria o comentarios de las autoridades de Damasco, que prohibieron el trabajo de periodistas extranjeros tras más de 13 meses de levantamiento contra el presidente Bashar al-Assad. Kofi Annan, ex secretario general de la ONU y mediador internacional para Siria, indicó el martes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Damasco no había retirado las armas de los centros de población, violando los términos de la tregua pactada el 12 de abril.
Las fuerzas de seguridad sirias mataron hoy a tiros a cuatro civiles en un autobús en la provincia norteña de Idlib, dijeron disidentes, en momentos en que aumenta la presión internacional sobre Damasco para cumplir un compromiso de alto el fuego. En el último episodio de violencia que socava la frágil tregua pactada hace 13 días, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, indicó que las cuatro personas murieron en un puesto de control en la carretera principal que une Alepo con la capital. La entidad señaló que un anciano murió durante intensos combates en la ciudad de Derá, en el sur del país, crisol de la revuelta contra el presidente Bashar al-Assad que se gestó tras levantamientos en otros países del mundo árabes. Una mujer que visitó Douma el martes en la noche dijo que el poblado mayormente opositor a Assad, ubicado al este de Damasco, había estado bajo un bombardeo constante y que estaba sin agua, energía eléctrica ni señal para teléfonos celulares. "Hubo bombardeos toda la noche. Artillería y tanques. No dormimos nada, ni por un momento", dijo la mujer a Reuters en Líbano. No hubo ninguna mención de los disparos en los medios rígidamente controlados por Siria o comentarios de las autoridades de Damasco, que prohibieron el trabajo de periodistas extranjeros tras más de 13 meses de levantamiento contra el presidente Bashar al-Assad. Kofi Annan, ex secretario general de la ONU y mediador internacional para Siria, indicó el martes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Damasco no había retirado las armas de los centros de población, violando los términos de la tregua pactada el 12 de abril.