Centenares de indígenas de la Amazonía boliviana comenzaron hoy su segunda marcha en menos de un año hacia La Paz, para defender el parque natural Tipnis, que el presidente Evo Morales quiere dividir en dos con un carretera financiada por Brasil. Los amazónicos, apoyados por otros grupos étnicos del altiplano y del sur del país y por ecologistas y sindicalistas, iniciaron su caminata en un ambiente festivo en la plaza principal de Trinidad y tienen previsto recorrer hoy sus primeros 17 kilómetros, según comprobaron enviados de Efe a esa ciudad. La Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia (Cidob) encabeza la movilización, que comenzó tras una celebración religiosa en la catedral de Trinidad, capital del departamento de Beni, fronterizo con Brasil. Más de 300 nativos, incluidos niños y mujeres, iniciaron la travesía de más de 500 kilómetros, varios de ellos vestidos con trajes típicos y ondeando banderas y emblemas indígenas, rumbo a una primera escala en Puerto Varador, en la ribera del río Mamoré. Los amazónicos rechazan que la carretera pase por el corazón del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), situado en el centro de Bolivia, porque temen que destruya lo que consideran un paraíso ideal para vivir, en medio de un extraordinario hábitat animal y vegetal. Es un área de 1,2 millones de hectáreas con forma de triángulo invertido, situado entre los departamentos de Cochabamba y Beni, que Morales dice que quiere integrar con la carretera. Los indígenas comenzaron su caminata en Trinidad tras no poder reunirse el miércoles en el pueblo de Chaparina, primer punto de encuentro, por el bloqueo de rutas por partidarios de Morales. La partida de hoy estuvo menos nutrida que la primera marcha contra la vía, entre agosto y octubre de 2011, pero los indígenas esperan sumar adhesiones en el trayecto, dijo el diputado indígena Pedro Nuni, que se distanció del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, a raíz de esta disputa. El gran ausente en el arranque de la caminata fue el líder máximo de las etnias del Tipnis, Fernando Vargas, ingresado en un hospital por dengue, enfermedad endémica en esa región. Desde su cama, Vargas dijo a los medios que lamenta su situación, pero que es mejor que esté internado ahora para luego sumarse fuerte a la movilización, aunque eso puede tardar unos seis días, según otros dirigentes. "Siento mucho haber recaído. Sin embargo, más allá del tema de la salud, los ánimos están siempre firmes y pido a todos mis hermanos que no se desmoralicen y, al contrario, tengan una voluntad de coraje para seguir adelante en la lucha", declaró Vargas. "El Gobierno tiene que empezar a entender que los derechos se tienen que respetar y no se tienen que estar violando continuamente", agregó el dirigente del Tipnis, donde habitan los trinitarios-moxeños, yuracarés y chimanes. Esas etnias defienden que su territorio les fue reconocido como propio por el Estado en 1990 y protestan contra Morales porque su decisión de construir la vía, adjudicada a la firma brasileña OAS, viola sus derechos y pone en riesgo su existencia como cultura. Sin embargo, algunos nativos del Tipnis rechazan la nueva marcha y respaldan la obra, tras una campaña proselitista de Morales, mestizo de origen aimara, que llevó regalos y selló acuerdos con esos sectores para que no se sumaran a la caminata. Estos grupos exigen una consulta sobre la vía entre las etnias del parque, respaldados por una reciente ley de Morales que contradice otra emitida por el mismo mandatario tras la marcha de 2011, que está vigente y veta cualquier carretera en el Tipnis. La primera travesía, con puntos en el camino de 5.000 metros de altitud, duró 66 días y también sufrió bloqueos de partidarios de Morales y represión policiaca, pero llegó triunfal a La Paz, resquebrajando la imagen del mandatario como indigenista y ecologista.
Centenares de indígenas de la Amazonía boliviana comenzaron hoy su segunda marcha en menos de un año hacia La Paz, para defender el parque natural Tipnis, que el presidente Evo Morales quiere dividir en dos con un carretera financiada por Brasil. Los amazónicos, apoyados por otros grupos étnicos del altiplano y del sur del país y por ecologistas y sindicalistas, iniciaron su caminata en un ambiente festivo en la plaza principal de Trinidad y tienen previsto recorrer hoy sus primeros 17 kilómetros, según comprobaron enviados de Efe a esa ciudad. La Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia (Cidob) encabeza la movilización, que comenzó tras una celebración religiosa en la catedral de Trinidad, capital del departamento de Beni, fronterizo con Brasil. Más de 300 nativos, incluidos niños y mujeres, iniciaron la travesía de más de 500 kilómetros, varios de ellos vestidos con trajes típicos y ondeando banderas y emblemas indígenas, rumbo a una primera escala en Puerto Varador, en la ribera del río Mamoré. Los amazónicos rechazan que la carretera pase por el corazón del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), situado en el centro de Bolivia, porque temen que destruya lo que consideran un paraíso ideal para vivir, en medio de un extraordinario hábitat animal y vegetal. Es un área de 1,2 millones de hectáreas con forma de triángulo invertido, situado entre los departamentos de Cochabamba y Beni, que Morales dice que quiere integrar con la carretera. Los indígenas comenzaron su caminata en Trinidad tras no poder reunirse el miércoles en el pueblo de Chaparina, primer punto de encuentro, por el bloqueo de rutas por partidarios de Morales. La partida de hoy estuvo menos nutrida que la primera marcha contra la vía, entre agosto y octubre de 2011, pero los indígenas esperan sumar adhesiones en el trayecto, dijo el diputado indígena Pedro Nuni, que se distanció del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, a raíz de esta disputa. El gran ausente en el arranque de la caminata fue el líder máximo de las etnias del Tipnis, Fernando Vargas, ingresado en un hospital por dengue, enfermedad endémica en esa región. Desde su cama, Vargas dijo a los medios que lamenta su situación, pero que es mejor que esté internado ahora para luego sumarse fuerte a la movilización, aunque eso puede tardar unos seis días, según otros dirigentes. "Siento mucho haber recaído. Sin embargo, más allá del tema de la salud, los ánimos están siempre firmes y pido a todos mis hermanos que no se desmoralicen y, al contrario, tengan una voluntad de coraje para seguir adelante en la lucha", declaró Vargas. "El Gobierno tiene que empezar a entender que los derechos se tienen que respetar y no se tienen que estar violando continuamente", agregó el dirigente del Tipnis, donde habitan los trinitarios-moxeños, yuracarés y chimanes. Esas etnias defienden que su territorio les fue reconocido como propio por el Estado en 1990 y protestan contra Morales porque su decisión de construir la vía, adjudicada a la firma brasileña OAS, viola sus derechos y pone en riesgo su existencia como cultura. Sin embargo, algunos nativos del Tipnis rechazan la nueva marcha y respaldan la obra, tras una campaña proselitista de Morales, mestizo de origen aimara, que llevó regalos y selló acuerdos con esos sectores para que no se sumaran a la caminata. Estos grupos exigen una consulta sobre la vía entre las etnias del parque, respaldados por una reciente ley de Morales que contradice otra emitida por el mismo mandatario tras la marcha de 2011, que está vigente y veta cualquier carretera en el Tipnis. La primera travesía, con puntos en el camino de 5.000 metros de altitud, duró 66 días y también sufrió bloqueos de partidarios de Morales y represión policiaca, pero llegó triunfal a La Paz, resquebrajando la imagen del mandatario como indigenista y ecologista.