Las investigaciones empezaron. La mamá de la joven de 16 años, quien fue hallada muerta en el interior de una vivienda de la isla Trinitaria, presentó una denuncia en la Fiscalía en la que menciona como principal sospechoso a su expareja.
Su versión la proporcionó basada en los constantes maltratos físicos que, según aseguró, recibía su hija por parte del sujeto V.P.A., de quien se había separado la fallecida.
Incluso, agregó en su escrito judicial, conoce que este individuo a su anterior enamorada también la maltrataba constantemente y “falleció hace un año debido a las secuelas de las agresiones” a las que supuestamente fue sometida.
Por todas esas situaciones, la adolorida madre pidió al fiscal de turno que “este hombre sea castigado con la máxima pena”.
Sobre el hecho sangriento recordó que el 1 de mayo, aproximadamente a las 09:00, recibió una llamada telefónica de una compañera de trabajo para informarle que su hija había tenido un accidente. “Luego en la misma llamada me explicó que mi hija estaba muerta, que no sabía qué le había pasado, si la mataron o era muerte natural”.
En ese mismo instante, junto con otros familiares que conocían donde vivía la muchacha, se dirigió a la isla Trinitaria. En el sitio encontró a muchos agentes policiales y moradores alarmados, quienes le confirmaron el asesinato de la jovencita con arma blanca.
La denunciante manifestó que la chica, al aducir que quería trabajar, se fue a vivir sola desde enero del presente año. Al inicio residía con una señora, pero el 20 de abril se cambió de domicilio, en la vivienda donde el pasado martes la descubrieron muerta.
En ese sector conoció a quien posteriormente se convirtió en su enamorado, luego en novio, hasta que después se la llevó a vivir a la casa de su mamá, pero al poco tiempo se separaron por los supuestos maltratos físicos que recibía.
“Incluso en una ocasión la había golpeado con una botella en la frente”, lo que le dejó como secuela una notoria cicatriz.
Pese a la mala vida que le daba, según las amigas de la decesada, la buscaba para regresar, pero ella no quería.
“La misma gente del sector me indicó que el domingo vieron, en estado etílico, a V.P.A. cuando merodeaba la casa de mi hija... debido al constante maltrato y agresividad de este señor contra mi hija sospecho que es el autor del hecho y pido que se investigue el caso”. (CCQ)
La despidieron con lágrimas y licor En una humilde vivienda de la cooperativa Proletarios con tierra, del Guasmo sur, fue velada la adolescente asesinada de 21 puñaladas el pasado miércoles en el apartamento que alquilaba en la isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil.
La víctima tenia 15 puñaladas en el muslo derecho, 5 en la pierna y una en el tórax, esta última fue la mortal.
Los deudos mencionaron que en esa vivienda, en diciembre del año pasado se celebró la fiesta de quince años de la víctima y que, en esa ocasión, “también nos amanecimos como ahora: tomando, pero ahí sí bailamos. Ahora la acompañamos en su velorio”, relató una vecina.
Dentro y fuera de la casa algunos asistentes bebían. Una de las lugareñas relató que “la difunta me decía madrina, porque yo le dije que lo sería cuando tenga quince años, pero ese día llovió fuerte, no pude ir a la iglesia y no le cumplí lo prometido”.
La señora agregó que “ella (la occisa) tampoco me cumplirá su promesa. Dijo que le haría la quinceañera a mi hija el próximo 15 de octubre, pero no será así, ahora descansa en paz. Ella fue una muy buena chica y mis cuatro hijos estuvieron en su última fiesta”.
La madre de la víctima no habló mucho. Cuando lo intentaba se le quebraba la voz al recordar lo sucedido, pero a pesar de eso relató que “cuando mi hija cumplió quince años, ella mismo hizo todas las decoraciones, que aún permanecen en la casa, mientras que el vestido que se puso para la quinceañera lo cortó e hizo otro más pequeño, pero nunca lo usó”.
El sepelio de la víctima estaba previsto para el mediodía de ayer en el camposanto Parque de la Paz, en la parroquia Pascuales. Horas antes, la progenitora permaneció sentada en un sillón cerca del féretro de su hija, acompañada de una amiga, quien trataba de reanimarla, a pesar del dolor que sentían.
La mamá dijo que “ahora se acerca la quinceañera de mi otra hija, el 7 de noviembre. Pienso en eso, porque deberé trabajar duro para darle una buena fiesta. Siempre he querido lo mejor para mis hijas y ahora solo me queda ella”. (SCM)