Tendidos a una cuadra de distancia uno del otro quedaron los cuerpos de Medardo José Medina Muñoz, de 29 años, y de Jimmy Gabriel Cedeño Bajaña, víctimas de varios disparos que recibieron la noche del sábado en el bloque 9 de Bastión Popular.Sobre el hecho de sangre aparentemente no hubo testigos, solamente algunos moradores con algo de recelo respondieron que cerca de las 19:20, cuando veían el partido Ecuador-Argentina, se escucharon varias detonaciones.Solo cuando dejaron de sonar los disparos, varios vecinos salieron de sus casas a constatar lo que ocurrió. En un callejón de la manzana 917 observaron el cuerpo tendido de Medardo Medina con dos impactos de bala en la espalda y uno en la cabeza.En tanto que en la manzana 917 (una cuadra más adelante) otro grupo de moradores descubría el cadáver de Jimmy Cedeño Bajaña con un disparo en el pecho y otro en el costado izquierdo, al pie de una casa esquinera, cuyos propietarios tampoco dijeron conocer cómo sucedió el crimen.Personal de Criminalística realizó las diligencias en presencia del fiscal de turno, Carlos Carolys. Luego agentes de la Policía trataron de indagar entre los curiosos que se arremolinaron en el sitio para obtener alguna versión, pero nadie aportó con información del doble crimen.No obstante, de acuerdo con investigaciones preliminares, se conoció que a la hora en que se suscitó el hecho de sangre, las víctimas conversaban en el callejón de la manzana 917.INTENTARON ESCAPARAl parecer, varios sujetos (no se determinó cuántos ni en qué se movilizaban) se les acercaron y dispararon directamente contra Medina Muñoz.Cedeño Bajaña intentó escapar de los victimarios, pero fue alcanzados en la manzana contigua en donde le dispararon por varias ocasiones.A la mañana siguiente, en la morgue de la Policía, familiares de los baleados trataban de conocer detalles sobre el hecho, sin respuesta alguna.“Me llamaron por teléfono en la mañana sobre lo que le ocurrió a Medardo, pero no tenemos idea de quiénes pudieron haber sido, no conocemos más detalles”, comentó Vanesa Romero, conocida de Medina, a quien llamaban “Colulo” en el sector.Minutos después llegó al sitio Mariuxi Goyón Pacheco, conviviente de Medina, junto con familiares y amigos de la víctima. La mujer lloró desconsoladamente, pero no quiso hablar, tampoco quienes la acompañaban.A pocos metros se encontraba Gisella Bajaña, madre de Jimmy Cedeño, quien también lloraba, pese a que algunos familiares trataban de calmarla.“Nadie sabe cómo ocurrió, nos enteramos lo que había pasado, pero todavía no tenemos idea de quiénes fueron los que hicieron esto”, señaló uno de los parientes de Cedeño.