Las comunidades indígenas de la provincia viven el Inti Raymi, una de las festividades más importantes de su cosmovisión. Desde hoy hasta el próximo 23 de julio darán gracias a la tierra por las cosechas y descargarán las energías negativas a través de las zapateadas (baile).Centenas de personas, acompañados con guitarras, flautas melódicas, entre otros instrumentos, van de casa en casa y son recibidos con comida y bebida a base de maíz. También participarán más de 800 niños de centros educativos interculturales bilingües e infantiles del cantón Cotacachi, para sensibilizarlos sobre el significado de la fiesta ancestral.Al menos unas 20 comunidades participan en el Inti Raymi y entre el 24, 25, 29 y 30 realizarán la toma de la plaza (parque La Matriz). Hombres de las comunidades bajas y altas se enfrentan para demostrar su poderío y gallardía, por lo cual la Policía estará alerta para evitar desmanes.Según Rumiñahui Andrango, presidente de la Unión Organizaciones Campesinas de Cotacachi (Unorcac), se hicieron horarios para evitar disturbios que en años anteriores dejaron heridos. En el 2011 hubo 10 asfixiados y dos heridos. Las bajas ingresarán tres veces al día, mientras que las altas dos. Esto por la lejanía.Unos 300 uniformados estarán ubicados en puntos estratégicos y harán requisas a los bailarines para detectar armas cortopunzantes o de fuego.Cada grupo estará integrado por 150 personas vestidas con sombreros grandes negros, camisa, gafas, y zamarros reclaman un espacio de equidad y respeto. Todos en unidad y guiados por un capitán que lleva un látigo (persona de respeto y don de liderazgo) bailan en forma de círculo para que el agradecimiento sea más fuerte. Dan tres vueltas en la plaza y en cada esquina, que significan los cuatro puntos cardinales y los cuatro elementos agua, tierra, aire y fuego, descansan y toman nuevas energías para seguir el baile.Andrango comentó que no se sabe cuándo se inició la tradición, pero los escritos indicarían que fue en la época pre incásica.Las mujeres también participan. Se encargan de cerrar las festividades porque representan el equilibrio. Su baile es rítmico, llama a la paz, inicia la vida y vuelve la tranquilidad a las comunidades.
Las comunidades indígenas de la provincia viven el Inti Raymi, una de las festividades más importantes de su cosmovisión. Desde hoy hasta el próximo 23 de julio darán gracias a la tierra por las cosechas y descargarán las energías negativas a través de las zapateadas (baile).Centenas de personas, acompañados con guitarras, flautas melódicas, entre otros instrumentos, van de casa en casa y son recibidos con comida y bebida a base de maíz. También participarán más de 800 niños de centros educativos interculturales bilingües e infantiles del cantón Cotacachi, para sensibilizarlos sobre el significado de la fiesta ancestral.Al menos unas 20 comunidades participan en el Inti Raymi y entre el 24, 25, 29 y 30 realizarán la toma de la plaza (parque La Matriz). Hombres de las comunidades bajas y altas se enfrentan para demostrar su poderío y gallardía, por lo cual la Policía estará alerta para evitar desmanes.Según Rumiñahui Andrango, presidente de la Unión Organizaciones Campesinas de Cotacachi (Unorcac), se hicieron horarios para evitar disturbios que en años anteriores dejaron heridos. En el 2011 hubo 10 asfixiados y dos heridos. Las bajas ingresarán tres veces al día, mientras que las altas dos. Esto por la lejanía.Unos 300 uniformados estarán ubicados en puntos estratégicos y harán requisas a los bailarines para detectar armas cortopunzantes o de fuego.Cada grupo estará integrado por 150 personas vestidas con sombreros grandes negros, camisa, gafas, y zamarros reclaman un espacio de equidad y respeto. Todos en unidad y guiados por un capitán que lleva un látigo (persona de respeto y don de liderazgo) bailan en forma de círculo para que el agradecimiento sea más fuerte. Dan tres vueltas en la plaza y en cada esquina, que significan los cuatro puntos cardinales y los cuatro elementos agua, tierra, aire y fuego, descansan y toman nuevas energías para seguir el baile.Andrango comentó que no se sabe cuándo se inició la tradición, pero los escritos indicarían que fue en la época pre incásica.Las mujeres también participan. Se encargan de cerrar las festividades porque representan el equilibrio. Su baile es rítmico, llama a la paz, inicia la vida y vuelve la tranquilidad a las comunidades.