Santo DomingoDesde Santo Domingo salían billetes falsos de 5 y 10 dólares, en Quito eran envejecidos y luego distribuidos.El subjefe de la Policía Judicial, Geovanny Argüello, manifestó que hallaron un laboratorio de falsificación y detuvieron a Bernardo Sebastián Solórzano Cedeño de 33 años.Agentes de Quito y Santo Domingo, de las unidades de la Policía Judicial y Criminalística, realizaron la redada en las calles Panamá y Abraham Calazacón, cooperativa Las Palmas, sector de la iglesia El Buen Pastor.A las 09:40 ingresaron a la vivienda esquinera y rentera de dos plantas. En el sitio hallaron billetes falsos en el segundo piso.En el interior del departamento, por el que pagaba 150 dólares de arriendo, estaba el hombre, una mujer y dos niños.La oficina funcionaba en el baño, de acuerdo a la versión de la Policía, en este lugar se hallaron varias láminas con billetes que aún no eran recortados, una máquina impresora, una computadora y otras máquinas que fueron guardadas en cajas de cartón.Una vecina, quien pidió la reserva del nombre, expresó que conocían que el detenido se dedicaba a la compra y venta de autos y lo vieron que conducía varios vehículos. Vivían cerca de un año en ese lugar. Lo que si observó es que no comían en el departamento, pero mantenían una buena relación con los vecinos.La conviviente, quien no quiso identificarse, señaló que llegó el lunes de Loja para que el hombre vea a sus hijos. Desconocía de qué lo acusaban, porque llevaban un tiempo separados.Otra detención
Según el subjefe de la Policía Judicial, Solórzano fue detenido anteriormente por el mismo delito, pero supuestamente en ese entonces no había evidencias. La investigación inició en la capital y se extendió hasta Santo Domingo.
No se descarta que existan más personas involucradas en el caso.
Decenas de personas que pasaban por ahí estaban asustados por el arresto y el detenido ocultó su rostro con una gorra.
Según el subjefe de la Policía Judicial, Solórzano fue detenido anteriormente por el mismo delito, pero supuestamente en ese entonces no había evidencias. La investigación inició en la capital y se extendió hasta Santo Domingo.No se descarta que existan más personas involucradas en el caso. Decenas de personas que pasaban por ahí estaban asustados por el arresto y el detenido ocultó su rostro con una gorra.