La sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba considera probado que a consecuencia del empeoramiento de las relaciones entre el condenado y su pareja, provocado por la relación que él mantenía con otra mujer, comenzó a planificar el mejor modo de acabar con la vida de su esposa.De esta manera, aprovechando el condenado que el 15 de mayo de 2011 tenía intención de viajar a Madrid para visitar a un familiar y que había pedido perdón a su pareja, propuso a su víctima ir a cenar a un restaurante de Córdoba.No obstante, según la sentencia, antes de salir de casa el condenado cogió un par de guantes de látex con el objetivo de evitar huellas, además de un cuchillo de entre 18 y 20 centímetros de hoja que escondió en el coche.Al terminar de cenar, la pareja circuló un tiempo por la ciudad y se dirigió hacia un camino de tierra que hay paralelo al río Guadalquivir, asegurándose el condenado de llegar hasta un lugar oscuro, tranquilo y alejado de la entrada de dicho camino.Sobre las 02.00 del 15 de mayo ambos bajaron del coche y el condenado, aprovechando la oscuridad de la zona, se puso los guantes, sacó el cuchillo de forma sorpresiva y asestó a su pareja una puñalada en el costado izquierdo que le penetró hacía el abdomen entre 18 y 20 centímetros.Seguidamente la agarró desde atrás y le dio otras dos puñaladas en el pecho derecho y otra puñalada en el cuello de 14,5 centímetros de longitud y 3 centímetros de anchura.La mujer sufrió una gran hemorragia interna por la puñalada en el abdomen que le produjo una insuficiencia cardiocirculatoria súbita ayudada por la pérdida de sangre debido a la herida del cuello, concluye la sentencia.Por ello, en virtud del veredicto de culpabilidad que un jurado popular emitió el pasado viernes, el condenado fue considerado autor de un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y aprovechamiento de lugar y tiempo, por lo que deberá permanecer 20 años en prisión.
La sentencia de la Audiencia Provincial de Córdoba considera probado que a consecuencia del empeoramiento de las relaciones entre el condenado y su pareja, provocado por la relación que él mantenía con otra mujer, comenzó a planificar el mejor modo de acabar con la vida de su esposa.De esta manera, aprovechando el condenado que el 15 de mayo de 2011 tenía intención de viajar a Madrid para visitar a un familiar y que había pedido perdón a su pareja, propuso a su víctima ir a cenar a un restaurante de Córdoba.No obstante, según la sentencia, antes de salir de casa el condenado cogió un par de guantes de látex con el objetivo de evitar huellas, además de un cuchillo de entre 18 y 20 centímetros de hoja que escondió en el coche.Al terminar de cenar, la pareja circuló un tiempo por la ciudad y se dirigió hacia un camino de tierra que hay paralelo al río Guadalquivir, asegurándose el condenado de llegar hasta un lugar oscuro, tranquilo y alejado de la entrada de dicho camino.Sobre las 02.00 del 15 de mayo ambos bajaron del coche y el condenado, aprovechando la oscuridad de la zona, se puso los guantes, sacó el cuchillo de forma sorpresiva y asestó a su pareja una puñalada en el costado izquierdo que le penetró hacía el abdomen entre 18 y 20 centímetros.Seguidamente la agarró desde atrás y le dio otras dos puñaladas en el pecho derecho y otra puñalada en el cuello de 14,5 centímetros de longitud y 3 centímetros de anchura.La mujer sufrió una gran hemorragia interna por la puñalada en el abdomen que le produjo una insuficiencia cardiocirculatoria súbita ayudada por la pérdida de sangre debido a la herida del cuello, concluye la sentencia.Por ello, en virtud del veredicto de culpabilidad que un jurado popular emitió el pasado viernes, el condenado fue considerado autor de un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y aprovechamiento de lugar y tiempo, por lo que deberá permanecer 20 años en prisión.