
Zurich, Suiza (AFP)
La tormenta en la que está sumida la FIFA desde hace una semana ha acabado arrastrando al insumergible Joseph Blatter, quien ayer anunció su renuncia como presidente de la institución y la convocatoria de un congreso extraordinario para elegir al nuevo patrón del fútbol mundial antes de marzo del 2016.
Blatter, de 79 años y en el cargo desde el Mundial de Francia de 1998, había sido reelegido para un quinto mandato el pasado viernes en Zurich, Suiza, en un congreso marcado por la detención de varios dirigentes acusados de corrupción.
El nuevo presidente del organismo se elegirá en un congreso extraordinario que la FIFA convocará entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, según precisó el presidente de la comisión auditora de la FIFA, Domenico Scala.
LA TORMENTA SE LO LLEVÓ
Con el paso de los años y los casos de corrupción, Blatter se había apropiado de la metáfora del capitán que no abandona el barco para mantenerse en el cargo contra viento y marea, pero en esta ocasión, la tormenta se lo acabó llevando. “Aunque fui reelegido, no tenía el apoyo de todo el mundo del fútbol”, añadió Blatter en referencia sobre todo a la oposición de la UEFA a su reelección.
“Voy a continuar ejerciendo mis funciones hasta entonces y me libero a partir de ahora de las obligaciones de unas elecciones”, explicó Blatter.
“Me voy a concentrar en la puesta en marcha de una reforma ambiciosa de la institución”, precisó.
El dirigente suizo justificó su decisión en la necesidad de que la FIFA “necesita una profunda renovación frente a los desafíos que no se detienen”, en una conferencia de prensa ayer en Zurich.
El príncipe Ali Bin al Hussein, de Jordania, derrotado por Blatter en las elecciones a la presidencia de la FIFA el pasado viernes, volverá a optar al cargo, una vez confirmada la dimisión del mandatario suizo, confirmó uno de sus ayudantes.
INVOLUCRADO EL SECRETARIO DE FIFA
“El próximo congreso ordinario de la FIFA estaba previsto para el 13 de mayo de 2016 en México, pero esperar tanto tiempo no hubiese hecho más que alargar los problemas y por ello he pedido la convocatoria de un Congreso Extraordinario”, explicó Blatter, quien no aceptó preguntas de los periodistas.
Su renuncia se produce horas después de que el diario estadounidense The New York Times informase de que el francés Jérôme Valcke, secretario general de la FIFA y mano derecha de Blatter, transfirió 10 millones de dólares a cuentas administradas por el exvicepresidente de la Concacaf, Jack Warner, imputado por la justicia de Estados Unidos.
Horas después, la FIFA admitió en un comunicado haber hecho una transferencia de 10 millones de dólares “para el desarrollo del fútbol en el Caribe”, pero negó que Valcke estuviera implicado.
Pero la última réplica del terremoto que sacudió a la FIFA el pasado miércoles fue la definitiva. Ese día, la policía suiza detuvo, a instancias de las autoridades judiciales estadounidenses, a siete dirigentes de FIFA, entre ellos dos vicepresidentes del organismo, en un hotel de Zurich, acusados de haber recibido 150 millones de dólares en sobornos.
PROCESO PENAL
“La dimisión de Joseph Blatter no afecta al proceso penal” en curso, anunció ayer el fiscal general suizo, subrayando que el hasta ahora presidente de la FIFA no “está procesado” por el momento.
“El Ministerio público de la Confederación o fiscal general ha abierto un proceso penal contra X por sospechas de gestión desleal y blanqueo de dinero”, indicó en el comunicado.
“Por esta razón, Joseph Blatter no tiene estatuto de procesado, su dimisión anunciada no afecta al proceso penal”, añadió el texto.