Los islamistas que controlan Tombuctú (norte de Malí), donde han destruido siete de los 16 mausoleos de santos musulmanes, continuaron el lunes su obra destructora, que la fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) asimiló a "un crimen de guerra"."Los islamistas acaban de destruir la entrada de la mezquita Sidi Yayia de Tombuctú", situada en el sur de la ciudad. "Arrancaron la puerta sagrada que nunca se abría", dijo un testigo a la AFP.Esa información fue confirmada por otros habitantes de Tombuctú.Uno de ellos, que antes trabajaba como guía turístico de esta ciudad, declaró: "Vinieron con picos, comenzaron gritando 'Alá' y rompieron la puerta. Eso es muy grave. Algunos de los civiles que miraban lloraron."Un miembro de la familia de un imán que dijo haber hablado con los islamistas del grupo armado Ansar Din (Defensores del islam), que ocupan esta ciudad desde hace tres meses, dijo que habían actuado así porque "algunos decían que el día en que se abriera esa puerta sería el fin del mundo y quisieron mostrar que no es el fin del mundo".La puerta de madera situada en el sur de la mezquita de Sidi Yayia estaba cerrada desde hace décadas, ya que según las creencias locales, su eventual apertura provocaría una desgracia. Esa puerta conduce a un sepulcro de santos y si los islamistas lo hubiesen sabido, "hubieran destruido todo", sostuvo otro testigo.La ciudad de Tombuctú y la Tumba de los Askia (norte de Malí), tomadas por los islamistas, fueron inscritas en la lista del patrimonio mundial en peligro a pedido del gobierno maliense, anunció el jueves pasado la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).La destrucción actual de mausoleos en la ciudad de Tombuctú es un "crimen de guerra" que puede investigar la Corte Penal Internacional (CPI), declaró el domingo en Dakar a la AFP la fiscal de este tribunal, Fatu Bensuda.Después de atacar los mausoleos de santos, Ansar Din amenazó el pasado fin de semana con destruir las mezquitas de la ciudad, afirmando que actuaba "en nombre de Dios" y en represalia por la decisión de la UNESCO, el 28 de junio, de inscribir a Tombuctú en la lista del patrimonio mundial en peligro.La mezquita de Sidi Yayia es una de las tres grandes mezquitas de Tombuctú, junto con las de Djingareyber y Sankore, joyas arquitectónicas del auge de esta ciudad.La asociación de líderes religiosos de Malí condenó "el crimen de Tombuctú". "Hasta el profeta (Mahoma) mismo iba a visitar las tumbas y los mausoleos. Eso es intolerancia", consideró esta asociación en un comunicado publicado el domingo.La UNESCO consideró que la presencia de islamistas ponía en peligro a Tombuctú, una ciudad mítica apodada "la ciudad de los 333 santos", en referencia a los personajes venerados de su pasado cuyas tumbas se encuentran allí.El gobierno de Malí también denunció durante el pasado fin de semana "la furia destructora asimilable a crímenes de guerra" de Ansar Din, un grupo aliado de Al Qaida en el Maghreb Islámico (AQMI), amenazando a los autores de esos actos con procesos en Malí y en el extranjero.La demolición de construcciones religiosas en Tombuctú por los islamistas recuerda la suerte de otras obras del patrimonio mundial, como los Budas de Bamiyán (centro de Afganistán), destruidos en marzo de 2001 por los talibanes y sus aliados de Al Qaida.Los islamistas de Ansar Din, así como los del Movimiento por la Unidad y la Yihad en Africa del Oeste, aliados de AQMI, aprovecharon un golpe de Estado militar el 22 de marzo en Bamako para acelerar su avance en todo el norte de Malí. Actualmente dominan esa región, en detrimento de los rebeldes tuáregs. Su objetivo es imponer la sharia (ley islámica) en todo Malí.
Los islamistas que controlan Tombuctú (norte de Malí), donde han destruido siete de los 16 mausoleos de santos musulmanes, continuaron el lunes su obra destructora, que la fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) asimiló a "un crimen de guerra"."Los islamistas acaban de destruir la entrada de la mezquita Sidi Yayia de Tombuctú", situada en el sur de la ciudad. "Arrancaron la puerta sagrada que nunca se abría", dijo un testigo a la AFP.Esa información fue confirmada por otros habitantes de Tombuctú.Uno de ellos, que antes trabajaba como guía turístico de esta ciudad, declaró: "Vinieron con picos, comenzaron gritando 'Alá' y rompieron la puerta. Eso es muy grave. Algunos de los civiles que miraban lloraron."Un miembro de la familia de un imán que dijo haber hablado con los islamistas del grupo armado Ansar Din (Defensores del islam), que ocupan esta ciudad desde hace tres meses, dijo que habían actuado así porque "algunos decían que el día en que se abriera esa puerta sería el fin del mundo y quisieron mostrar que no es el fin del mundo".La puerta de madera situada en el sur de la mezquita de Sidi Yayia estaba cerrada desde hace décadas, ya que según las creencias locales, su eventual apertura provocaría una desgracia. Esa puerta conduce a un sepulcro de santos y si los islamistas lo hubiesen sabido, "hubieran destruido todo", sostuvo otro testigo.La ciudad de Tombuctú y la Tumba de los Askia (norte de Malí), tomadas por los islamistas, fueron inscritas en la lista del patrimonio mundial en peligro a pedido del gobierno maliense, anunció el jueves pasado la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).La destrucción actual de mausoleos en la ciudad de Tombuctú es un "crimen de guerra" que puede investigar la Corte Penal Internacional (CPI), declaró el domingo en Dakar a la AFP la fiscal de este tribunal, Fatu Bensuda.Después de atacar los mausoleos de santos, Ansar Din amenazó el pasado fin de semana con destruir las mezquitas de la ciudad, afirmando que actuaba "en nombre de Dios" y en represalia por la decisión de la UNESCO, el 28 de junio, de inscribir a Tombuctú en la lista del patrimonio mundial en peligro.La mezquita de Sidi Yayia es una de las tres grandes mezquitas de Tombuctú, junto con las de Djingareyber y Sankore, joyas arquitectónicas del auge de esta ciudad.La asociación de líderes religiosos de Malí condenó "el crimen de Tombuctú". "Hasta el profeta (Mahoma) mismo iba a visitar las tumbas y los mausoleos. Eso es intolerancia", consideró esta asociación en un comunicado publicado el domingo.La UNESCO consideró que la presencia de islamistas ponía en peligro a Tombuctú, una ciudad mítica apodada "la ciudad de los 333 santos", en referencia a los personajes venerados de su pasado cuyas tumbas se encuentran allí.El gobierno de Malí también denunció durante el pasado fin de semana "la furia destructora asimilable a crímenes de guerra" de Ansar Din, un grupo aliado de Al Qaida en el Maghreb Islámico (AQMI), amenazando a los autores de esos actos con procesos en Malí y en el extranjero.La demolición de construcciones religiosas en Tombuctú por los islamistas recuerda la suerte de otras obras del patrimonio mundial, como los Budas de Bamiyán (centro de Afganistán), destruidos en marzo de 2001 por los talibanes y sus aliados de Al Qaida.Los islamistas de Ansar Din, así como los del Movimiento por la Unidad y la Yihad en Africa del Oeste, aliados de AQMI, aprovecharon un golpe de Estado militar el 22 de marzo en Bamako para acelerar su avance en todo el norte de Malí. Actualmente dominan esa región, en detrimento de los rebeldes tuáregs. Su objetivo es imponer la sharia (ley islámica) en todo Malí.