"Mi meta es ganar, aunque si pudiera romper mi propio récord, sería estupendo", aseguró hoy el cinco veces ganador del concurso internacional "Nathan's Hot Dog", Joey "Mandíbulas" Chestnut, quien en 2009 estableció el récord mundial engullendo 68 salchichas con sus respectivos panes en diez minutos.El californiano, de 28 años, fue el ganador de la competición del año pasado por quinta vez consecutiva, gracias a su ingesta de 62 perritos, y espera poder superar este listón en la 97 edición de este concurso que tiene lugar en Coney Island anualmente coincidiendo con la celebración del Día de la Independencia."Llevo seis semanas entrenando para el gran día, y he logrado comerme hasta 70 perritos, así que confío en que pueda hacerlo", aseguró un sonriente Chestnut, que ha viajado por todo el mundo gracias a diversas competiciones en las que se ha alzado como el máximo comedor de hamburguesas, pizza o macarrones con queso.Chestnut indicó que, para mantenerse sano y en forma, acude al gimnasio y corre regularmente, aunque especificó que odia el ejercicio, y que los perritos calientes le gustan, "y eso facilita la competición", pero que su plato favorito es el filete."No participaría en este concurso si no me divirtiera", aseveró el campeón, quien recomendó participar en el concurso "si te gusta comer, ya que entonces lo disfrutas".El Cinturón Internacional de Mostaza Amarilla, el simbólico premio que reciben los ganadores del concurso, y que Chestnut exhibía en torno a su cintura, será disputado por un total de quince participantes procedentes de Estados Unidos y Canadá, como Eric Booker, que ha participado catorce veces y cuyo récord se sitúa en los 40 perritos.Además, por segundo año, el concurso cuenta con una categoría femenina, en la que competirán catorce mujeres, entre las que destaca Sonya Thomas, conocida como "La viuda negra", y que batió un récord en 2010 ingiriendo 41 perritos, mientras que el año pasado se alzó ganadora dando cuenta de cuatro decenas."Esta vez pretendo comer 45 perritos en diez minutos", confesó esta surcoreana de 47 kilos que emigró a Estados Unidos hace quince años y que afirma competir en este concurso porque se siente americana y "ésta es una tradición de este país, y el 4 de julio es un día para estar contento, relajado y disfrutar".Thomas, quien lleva presentándose diez años, reveló que no se prepara de un modo especial para la ocasión, "porque en mi casa no tengo a nadie contra quién competir, así que no me ayuda de ninguna manera".Antes el concurso no diferenciaba entre hombres y mujeres, por lo que, hasta el año pasado, cuando se establecieron las dos categorías, Thomas no había ganado nunca un primer puesto, "pero ahora es más justo", afirmó."No disfruto de la comida rápida, habitualmente me gusta sentarme y comer relajada, y sigo una dieta, pero el 4 de julio rompo las reglas", concluyó Thomas.