Redacción Quito
“Alabado sea el Señor o alabado sea el Santísimo Sacramento”, era el saludo entre los sacerdotes de la iglesia de San Francisco y las religiosas del Convento de Santa Clara.
Por esa alabanza o agradecimiento, una vivienda construida en el año 1671 (siglo XVII) fue bautizada como la Casa del Alabado.
La antigua edificación está ubicada entre las calles Rocafuerte y Cuenca, a pocos metros de las iglesias de Santa Clara y San Francisco. Allí funciona actualmente un museo de arte precolombino del Ecuador.
Pero además de la historia que cuentan las piezas arqueológicas, el sitio guarda anécdotas sobre presencias fantasmagóricas en el centro histórico.