Ariana Almeida Martínez, Quito
Con sutileza sus manos envuelven las curvas de la guitarra. Los profundos ojos azules de Fer Cornejo tienen una mezcla peculiar de picardía y dulzura, características con las que hace veinte años se inició en el mundo de la música.
Subió por primera vez a un escenario cuando apenas tenía ocho años y junto a un coro de juventudes conoció Chile y Argentina. Explica que siempre supo que lo suyo eran los acordes y el periodismo. Incluso recuerda que cuando era pequeña el comunicador social Diego Oquendo le comentó que ella sería buena para la comunicación.
La cantante quiteña se inspiró en su abuelo materno Mario Cobo Barona, un reconocido miembro de la Real Academia de la Lengua Española.