Manuel Caiza tiene un dolor doble en su corazón. Perdió a su única nieta en un accidente de tránsito y no pudo acudir a liderar la movilización indígena convocada ayer a nivel nacional. Manuel es el presidente del Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT) y está de luto.
A una hora de Ambato, Tungurahua, en la comunidad de Escaleras, parroquia Pilahuín, ocurrió el percance. Hasta ayer velaban en una modesta vivienda el pequeño cuerpo de Keila, de cuatro años.
Era la primera nieta del dirigente indígena y la única hija de la pareja conformada entre Kléber Toalombo y Fanni Caiza. “Era muy querida por todos, tengo un dolor muy grande por su muerte”, explica mientras secaba sus lágrimas con su pañuelo.