Pasadas las 02:00 de ayer, el sonar de dos plomazos alarmó a una turba de borrachos que consumían sus últimas cervezas en un bar de las calles Paquisha y Palora, al oeste del cantón Milagro.En el portal de dicha cantina se hallaba Felipe Efrén Parra Ayala, de 37 años, en compañía de un amigo, con quien libaba.El bar está instalado en los exteriores de una vivienda y no tiene cerramiento de cemento. Esto ayudó a dos matones motorizados divisar fácilmente a su víctima.Parra Ayala estaba cerca de la acera con su cerveza en mano y al parecer no se dio cuenta de la presencia de sus verdugos.Con el mayor sigilo y rapidez, los dos matones se acercaron hasta donde estaba la víctima, se detuvieron por unos segundos y con un arma de fuego le descargaron dos certeros tiros en su cabeza.El retumbar de las balas hizo que los libadores que aún permanecían en el sitio corran por todos lados para no ser alcanzados por los proyectiles, dejando mesas y sillas “patas arriba”.Los asesinos huyeron rápidamente y dejaron el cuerpo de Felipe Efrén tendido en el suelo.El fiscal Yan Marco Moncayo y elementos de la Policía Judicial de Milagro acudieron a la escena del crimen para recoger las versiones y trasladar el cadáver a la morgue.Detrás de las autoridades llegaron familiares del asesinado, entre ellos la esposa del baleado, Diana Briones, quienes protagonizaron escenas de dolor frente al occiso.Allegados de la víctima confirmaron que Parra Ayala trabajaba como guardia de seguridad para una empresa en el sector de Boliche, en Yaguachi, y aseguraron que desconocía las causas por las que fue asesinado.Milton Paredes, cuñado del occiso, dijo que su pariente actualmente estaba separado de la esposa, con quien procreó dos hijas.En el anfiteatro los demás parientes de Parra Ayala prefirieron no emitir declaraciones.El fiscal Moncayo aseguró tener indicios que permitirían en las próximas horas hallar el paradero de los presuntos autores del hecho.(ATR)
Pasadas las 02:00 de ayer, el sonar de dos plomazos alarmó a una turba de borrachos que consumían sus últimas cervezas en un bar de las calles Paquisha y Palora, al oeste del cantón Milagro.En el portal de dicha cantina se hallaba Felipe Efrén Parra Ayala, de 37 años, en compañía de un amigo, con quien libaba.El bar está instalado en los exteriores de una vivienda y no tiene cerramiento de cemento. Esto ayudó a dos matones motorizados divisar fácilmente a su víctima.Parra Ayala estaba cerca de la acera con su cerveza en mano y al parecer no se dio cuenta de la presencia de sus verdugos.Con el mayor sigilo y rapidez, los dos matones se acercaron hasta donde estaba la víctima, se detuvieron por unos segundos y con un arma de fuego le descargaron dos certeros tiros en su cabeza.El retumbar de las balas hizo que los libadores que aún permanecían en el sitio corran por todos lados para no ser alcanzados por los proyectiles, dejando mesas y sillas “patas arriba”.Los asesinos huyeron rápidamente y dejaron el cuerpo de Felipe Efrén tendido en el suelo.El fiscal Yan Marco Moncayo y elementos de la Policía Judicial de Milagro acudieron a la escena del crimen para recoger las versiones y trasladar el cadáver a la morgue.Detrás de las autoridades llegaron familiares del asesinado, entre ellos la esposa del baleado, Diana Briones, quienes protagonizaron escenas de dolor frente al occiso.Allegados de la víctima confirmaron que Parra Ayala trabajaba como guardia de seguridad para una empresa en el sector de Boliche, en Yaguachi, y aseguraron que desconocía las causas por las que fue asesinado.Milton Paredes, cuñado del occiso, dijo que su pariente actualmente estaba separado de la esposa, con quien procreó dos hijas.En el anfiteatro los demás parientes de Parra Ayala prefirieron no emitir declaraciones.El fiscal Moncayo aseguró tener indicios que permitirían en las próximas horas hallar el paradero de los presuntos autores del hecho.(ATR)