Los hampones hicieron un hueco grande en la pared de una casa, donde funciona una iglesia adventista, y nadie vio ni escuchó nada. Ni siquiera los ciudadanos extranjeros que arriendan en la parte alta del inmueble.
Lo cierto es que los pillos, por ese orificio, se llevaron varios implementos de propiedad del templo.
Modesto Coello expresó que los domingos generalmente no acuden a la iglesia porque se reúnen los miércoles, pero como tuvo la necesidad de emplear unos cables que estaban guardados en el templo, acudió a verlos y descubrió un hueco en la pared posterior de la casa. Por allí desconocidos ingresaron y se llevaron una computadora con todos sus implementos e incluso la impresora, también se apropiaron de un televisor, un amplificador y otros instrumentos de propiedad de los adventistas.
“Debo anotar que la iglesia funciona dentro de un domicilio y en el departamento de la parte superior está habitado por personas colombianas, a quienes se les preguntó por el robo, pero dicen no saber nada de lo sucedido y resulta extraño porque con el silencio de la noche pudieron haber escuchado algún ruido”, señaló el denunciante.
(CCQ)