
Redacción Guayaquil
Como acostumbraba a hacerlo casi todas las tardes, Vicente Marcillo, de 60 años, salió el lunes al portal de su casa en la cooperativa Gallegos Lara, a tomar la brisa de la tarde.
Su nieto, Jhonny Marcillo, lo acompañaba sentado sobre una silla colocada en la parte interior, muy cercana a la puerta.
Su vecina Gloria Álvarez también salió a tomar el aire fresco, posada sobre unos ladrillos junto a la vivienda del sexagenario.
A los tres vecinos se unieron los hermanos Jonathan Peñafiel Mero y Édison Acosta Mero, quienes tenían pocos minutos de haber llegado al sector a visitar a sus padres que residen enfrente de la casa de Marcillo.