Los cabos de Policía, José Aguirre y Segundo Cango, del comando de Santa Rosa, creyeron “estar hechos” cuando hallaron abandonado un Mazda 323 concho de vino, placa PRX-540, en este cantón, el que estaba reportado como robado en Guayaquil.
Ellos verificaron el nombre de la propietaria, Juana Rosa Yépez de Fernández, residente en Guayaquil. Vía celular se contactaron y, según el mayor Dennis Herrera, solicitaron 500 dólares como retribución para devolverles el vehículo. Acordaron el canje el miércoles pasado.
La dueña del vehículo para su seguridad fue a Santa Rosa y fue acompañada por dos agentes de civil, quienes no se presentaron como agentes y actuaron como “ojo seco” en el momento que se realizó la permuta.
Una vez que los gendarmes tuvieron los billetes en su poder fueron detenidos por sus compañeros, quienes constataron el delito flagrante y procedieron entregarlos en la puerta de los calabozos de su propio destacamento.
En la audiencia de flagrancia, el juez Séptimo de Garantías Penales, Tito Fernández Farías, dictó prisión preventiva contra los agentes por estar inmerso en el delito de concusión. La dueña del carro aseguró que lo dio como gratificación, por ello no presentó la denuncia.
El oficial Herrera expresó que “luego vendrá el trámite para la baja, no permitiré desafueros, debemos dar buen ejemplo e impondremos orden y disciplina”.
(MM)