Dos jóvenes fueron asesinados la madrugada de ayer en el centro de Durán. Uno de un disparo y el otro con pico de botella. Las víctimas salieron a divertirse en las calles Cuenca y Esmeraldas, donde abundan las discotecas, pero regresaron muertas, luego de tener problemas con sujetos belicosos y delincuentes.
Édison Campoverde Zamora fue asesinado de un disparo en las calles Cuenca y Esmeraldas mientras se encontraba en compañía de un amigo.
Fernando Campoverde, padre de Édison, se enteró que su hijo estuvo bailando en uno de los centros nocturnos del sector, pero cuando salió del lugar observó una riña, trató de defender a la persona afectada y en el acto recibió un disparo en el tórax de parte de los agresores. Su amigo logró esquivarse y sobrevivió para contar la historia.
Tres de los sospechosos fueron detenidos, uno, según los deudos, fue liberado, mientras dos quedaron presos. Uno de los involucrados dijo ser menor de edad. A Néstor Dimos Guerra, el juez Trigésimo Segundo de Garantías Penales, Marco Oramas, de Durán, le ordenó la prisión preventiva.
La víctima tenía 19 años y trabajaba como electricista en Machala. Los fines de semana regresaba al hogar de sus padres en el antes mencionado cantón. (GS)
Con pico de botella
Alfredo Cruz Sinche, de 20 años, también murió la madrugada de ayer. Salió con su hermano a dar una vuelta por el centro siendo interceptado por tres delincuentes.
La víctima se enfrentó con los malhechores, mientras su hermano logró correr, uno de los malandrines con un pico de botella degolló en plena calle al joven, quien cayó sobre el pavimento ahogándose en su propia sangre.
Cruz Sinche el jueves pasado entró a trabajar en una empresa, pero lamentablemente la madrugada de este domingo encontró la muerte en manos de unos desquiciados.