
Redacción Guayaquil
“Te dejo libre”, le dijo la madre a su segunda hija, ‘Susana’ (nombre protegido), de 16 años. La señora había encadenado a la chica en su cama para evitar que se fugara de casa para consumir la mortal droga conocida como ‘H’.
Luego de abrir el candado, la mujer explicó que adoptó esta medida extrema porque no sabía qué hacer para ayudar a su hija, quien está sumergida en ese vicio desde hace dos años.
Con nostalgia, la madre de familia manifestó que la adolescente perdió el año lectivo; y que por buscarla en los sitios donde los adictos consumen la citada droga, ella se quedó sin trabajo. Ahora no tiene ingresos para enfrentar esta situación y mantener a sus otros dos hijos y su madre.