Si bien alzarse con el oro olímpico es el sueño de cualquier deportista, en ciertas disciplinas y, especialmente en el fútbol, el título mundial está claramente por encima de la gloria olímpica en el inconsciente colectivo de los jugadores e hinchas.Sin embargo, para algunas naciones con mucha historia la presea dorada podría convertirse en obsesión, como es el caso del pentacampeón mundial Brasil.Bajo la organización de la Federación Internacional del Fútbol (FIFA) en el marco de la justa que lleva adelante el Comité Olímpico Internacional (COI), el torneo olímpico de fútbol tiene una relevancia de segundo o tercer orden dentro de la estructura de armado de competiciones en el programa de la FIFA.Esa valoración radica en la limitación que tienen las 16 selecciones que participan en la fase final en contar con su máximo potencial, ya que el campeonato es para menores de 23 años con la posibilidad de incluir tres refuerzos mayores a esa edad.Obviamente, eso quita brillo pues muchas superestrellas que le daría peso específico al acontecimiento no pueden ser de la partida, como los campeones mundiales españoles Xavi, Iniesta, Iker Casillas, los brasileños Kaká (Real Madrid), Daniel Alves (Barcelona) y David Luiz (campeón europeo con Chelsea).En Uruguay no estará nada menos que Diego Forlán, mejor jugador del Mundial-2010, o el gran capitán Diego Lugano, entre otros.Aunque desde la FIFA intentan sumarle prestigio como el torneo presentación de las glorias de día de mañana. "En este torneo empezamos a buscar a las estrellas del mañana", dijo Gary Lineker durante la ceremonia del sorteo de la fase de grupos.Pero además, los clubes en muchos casos se niegan a ceder a sus cracks para esta competición, quitándole lujo a su esencia.Asimismo, el sistema de clasificación a la fase final varía según la región, lo que quita cierta homogeneidad a una de sus etapas importantes.Por ejemplo, en Europa se toma el Campeonato Europeo Sub-21, mientras en Sudamérica el certamen continental Sub-20, aunque al final el torneo olímpico lo juegan los Sub-23.Sin embargo, pese a ser el hermano mayor del Mundial, pues el torneo olímpico se disputó por primera vez en forma oficial en Londres-1908 (ganó Gran Bretaña) mientras que la primera edición de la Copa del Mundo se llevó a cabo en Uruguay en 1930 (se consagró el anfitrión), los Juegos Olímpicos para algunos países con gran tradición futbolera puede volverse una obsesión.El caso más paradigmático es el de Brasil, el máximo ganador de la historia de Copas del Mundo (5), que cuenta en sus vitrinas con todos los trofeos menos el título olímpico.Eso lo diferencia negativamente de todos los otros grandes que sí han conquistado al menos una vez los campeonatos continentales, mundiales y también olímpicos, tal es el caso de España, Francia, Italia, Alemania, Inglaterra (Gran Bretaña), Argentina y Uruguay.La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) quiere aprovechar la oportunidad dorada de Londres-2012 para reparar una deuda histórica con su torcida, aunque para Inglaterra vestida como Gran Bretaña también será una ocasión de lujo para detener una sequía de casi medio siglo (46 años) sin festejar títulos internacionales.Aunque está más que claro que el oro olímpico funcionará como un bálsamo, porque cualquier hincha lo que más desea es la corona mundial que en estos momentos está en manos de la España de Vicente del Bosque.
Si bien alzarse con el oro olímpico es el sueño de cualquier deportista, en ciertas disciplinas y, especialmente en el fútbol, el título mundial está claramente por encima de la gloria olímpica en el inconsciente colectivo de los jugadores e hinchas.Sin embargo, para algunas naciones con mucha historia la presea dorada podría convertirse en obsesión, como es el caso del pentacampeón mundial Brasil.Bajo la organización de la Federación Internacional del Fútbol (FIFA) en el marco de la justa que lleva adelante el Comité Olímpico Internacional (COI), el torneo olímpico de fútbol tiene una relevancia de segundo o tercer orden dentro de la estructura de armado de competiciones en el programa de la FIFA.Esa valoración radica en la limitación que tienen las 16 selecciones que participan en la fase final en contar con su máximo potencial, ya que el campeonato es para menores de 23 años con la posibilidad de incluir tres refuerzos mayores a esa edad.Obviamente, eso quita brillo pues muchas superestrellas que le daría peso específico al acontecimiento no pueden ser de la partida, como los campeones mundiales españoles Xavi, Iniesta, Iker Casillas, los brasileños Kaká (Real Madrid), Daniel Alves (Barcelona) y David Luiz (campeón europeo con Chelsea).En Uruguay no estará nada menos que Diego Forlán, mejor jugador del Mundial-2010, o el gran capitán Diego Lugano, entre otros.Aunque desde la FIFA intentan sumarle prestigio como el torneo presentación de las glorias de día de mañana. "En este torneo empezamos a buscar a las estrellas del mañana", dijo Gary Lineker durante la ceremonia del sorteo de la fase de grupos.Pero además, los clubes en muchos casos se niegan a ceder a sus cracks para esta competición, quitándole lujo a su esencia.Asimismo, el sistema de clasificación a la fase final varía según la región, lo que quita cierta homogeneidad a una de sus etapas importantes.Por ejemplo, en Europa se toma el Campeonato Europeo Sub-21, mientras en Sudamérica el certamen continental Sub-20, aunque al final el torneo olímpico lo juegan los Sub-23.Sin embargo, pese a ser el hermano mayor del Mundial, pues el torneo olímpico se disputó por primera vez en forma oficial en Londres-1908 (ganó Gran Bretaña) mientras que la primera edición de la Copa del Mundo se llevó a cabo en Uruguay en 1930 (se consagró el anfitrión), los Juegos Olímpicos para algunos países con gran tradición futbolera puede volverse una obsesión.El caso más paradigmático es el de Brasil, el máximo ganador de la historia de Copas del Mundo (5), que cuenta en sus vitrinas con todos los trofeos menos el título olímpico.Eso lo diferencia negativamente de todos los otros grandes que sí han conquistado al menos una vez los campeonatos continentales, mundiales y también olímpicos, tal es el caso de España, Francia, Italia, Alemania, Inglaterra (Gran Bretaña), Argentina y Uruguay.La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) quiere aprovechar la oportunidad dorada de Londres-2012 para reparar una deuda histórica con su torcida, aunque para Inglaterra vestida como Gran Bretaña también será una ocasión de lujo para detener una sequía de casi medio siglo (46 años) sin festejar títulos internacionales.Aunque está más que claro que el oro olímpico funcionará como un bálsamo, porque cualquier hincha lo que más desea es la corona mundial que en estos momentos está en manos de la España de Vicente del Bosque.