La Policía germana finalmente atrapó a un hombre que se pasó meses robando los tornillos de las señales de transito en el Estado de Baviera, Alemania. Tan importante ha sido el caso y tal la magnitud de los robos, que las autoridades ya que se estaban quedando sin los tornillos especiales que necesitan las señales.Los agentes lograron hallar al hombre luego de que un conductor notara que alguien estaba "trabajando" a oscuras al costado de una autopista, un sábado a la noche. El conductor llamó a la Policía para notificar la irregularidad e inmediatamente las autoridades se pusieron en acción.Gracias a la descripción que dio el testigo, los agentes dieron con el misterioso ladrón. En su poder le encontrarn una enorme cantidad de tornillos, destornilladores, diversas herramientas y linternas.Luego de un interrogatorio el hombre de 54 años confesó su crimen. Aparentemente el señor tiene trastornos psicológicos y lo que lo motivaba a robarse los tornillos es simplemente una manía por coleccionar cosas. Por el momento, se encuentra recibiendo tratamiento psiquiátrico y no se sabe si por su estado mental se le podrá hacer cargo por los daños a la propiedad pública, estimados en 600 euros.
La Policía germana finalmente atrapó a un hombre que se pasó meses robando los tornillos de las señales de transito en el Estado de Baviera, Alemania. Tan importante ha sido el caso y tal la magnitud de los robos, que las autoridades ya que se estaban quedando sin los tornillos especiales que necesitan las señales.Los agentes lograron hallar al hombre luego de que un conductor notara que alguien estaba "trabajando" a oscuras al costado de una autopista, un sábado a la noche. El conductor llamó a la Policía para notificar la irregularidad e inmediatamente las autoridades se pusieron en acción.Gracias a la descripción que dio el testigo, los agentes dieron con el misterioso ladrón. En su poder le encontrarn una enorme cantidad de tornillos, destornilladores, diversas herramientas y linternas.Luego de un interrogatorio el hombre de 54 años confesó su crimen. Aparentemente el señor tiene trastornos psicológicos y lo que lo motivaba a robarse los tornillos es simplemente una manía por coleccionar cosas. Por el momento, se encuentra recibiendo tratamiento psiquiátrico y no se sabe si por su estado mental se le podrá hacer cargo por los daños a la propiedad pública, estimados en 600 euros.