En Quillán Loma, todos son unidos. Diego Quitumbe, presidente del barrio San Vicente, se solidarizó y aseguró que van a extrañar a la familia. Mientras Henry Vásconez lamentó que los trámites burocráticos no hayan permitido que la Fiscalía agilite el rescate.
Ese fatal miércoles 18 de julio, la familia Toapanta Achachi viajó en la camioneta. Para adquirirla tuvieron que hacer un préstamo en una cooperativa de la ciudad de 35 mil dólares y cancelar al contado, pero ese día la estrenaban. Pasearon por la ciudad y en la tarde arreglaron el cajón con colchones para que dos vayan en esa parte del vehículo. No pasaron ni 24 horas y el carro que al principio era la alegría de todos se convirtió en el regalo de la muerte.