La Asociación Deportiva 9 de Octubre es tan viejo como Barcelona y Emelec. El pasado 18 de abril cumplió 86 años de vida institucional. Lamentablemente, en los últimos tiempos sigue incursionando en la segunda categoría y no puede salir de esa posición.Para la nueva generación de hinchas, quienes tan solo se concentran en los ídolos del Astillero, en el siglo pasado el fútbol “porteño” estuvo representado por otros clubes, entre ellos el 9 de Octubre, que lleva la fecha histórica de la Independencia de Guayaquil.El conjunto apodado como “Patriota”, antes de la década de los 80, la más fructífera de su historia futbolística y deportiva, había sido vicecampeón ecuatoriano en 1965.De ahí para adelante fue uno más de los campeonatos rentados, inclusive descendiendo a la serie B y hasta la segunda categoría.APARECIÓ EL “SÚPER 9”El deportista y dirigente Omar Quintana Baquerizo apareció a finales de la década de los 70 del siglo XX como presidente de la comisión de fútbol del Emelec. En 1979 y luego de 8 años que Guayas no conseguía un título ecuatoriano, lo logra con el cuadro “eléctrico”.Por razones dirigenciales, Quintana Baquerizo no pudo continuar colaborando con los “azules”, sin embargo por insinuaciones de varios amigos para que siga en la dirigencia del fútbol, aceptó la propuesta del entonces presidente de 9 de Octubre, el recordado Gustavo Mateus, para que se haga cargo de la institución. Para aquello se reunió el directorio y los expresidentes, entregándole al club a través de escritura pública.Preguntado a Omar Quintana el porqué colaboró con otra institución que no era Emelec, reveló algo que no lo dijo nunca en su vida:“Me dejé llevar por la pasión y los amigos. Si me hubiera quedado en aquel Emelec, campeón de 1979, en este momento el club tuviera más de trece títulos nacionales, pero hubo problemas dirigenciales y por eso me fui, sin embargo no me arrepiento, ya que 9 de Octubre fue algo importante en mi vida y dimos fuerte batallas en los campeonatos nacionales”.DIFÍCIL MISIÓNQuintana Baquerizo tomó al 9 de Octubre en la segunda categoría, allá por 1981. Señaló que recuerda que iban al estadio Los Chirijos, de Milagro, tan solo 300 hinchas.“Las cosas cambiaron cuando ingresé a este club. A los pocos meses alcanzamos el ascenso al grupo B y luego a la serie A, coincidencialmente con Emelec que había bajado a la B en 1980. Desde 1982 la prensa bautizó a 9 de Octubre como ‘Súper 9’. Se dio el lujo de llenar todos los estadios del país, inclusive cuando jugábamos con Barcelona en el Modelo. Era Liga-Barcelona de los actuales momentos. En nuestra cancha de Los Chirijos, 9 de Octubre fue su fortín y era poco menos que imbatible”, agregó.La gloria del “Súper 9” llegó en poco tiempo. Ya en los torneos de 1983 y 1984 se convertía en vicecampeón ecuatoriano y participaba en las Copas Libertadores de 1984 y 1985.“Conformamos un equipo joven, considerado el más joven del país. El más viejo era Torres Garcés, entre los jovencitos de esa época recuerdo a Pedro Muñoz (actual coordinador de selecciones de Ecuador), Floril, Domínguez, Hanz Franco y otros”, expresó.También el recordado 9 de Octubre se dio el lujo de traer a un campeón del mundo, el brasileño Jairzinho. “Efectivamente Jairzinho jugó y lo traje, gracias a un amigo brasileño. Realizó una buena campaña y terminó aplaudido donde se presentaba. Era un buen atleta, es un buen hombre y ayudó de mucho al grupo. Luego por mi amistad con gente de Fluminense de Brasil traje a Osni de Oliveira y Kléber, quienes fueron una sensación en el fútbol ecuatoriano”, relató.Reveló Quintana que uno de los técnicos que más reconoce por su trabajo y lo que hizo por 9 de Octubre fue el profesor uruguayo Luis Grimaldi.“Recuerdo que en la pretemporada trabajábamos tres veces al día. Les dábamos charlas motivacionales a los futbolistas, había en el club un psiquiatra y hasta una visitadora social, cosas que no pasa en clubes ecuatorianos. Por eso gracias a todo este trabajo 9 de Octubre ganó muchos juegos en la altura y estuvimos cerca del título, lamentablemente por un percance en mi vida no se continuó en 1985 y la mayoría de los jugadores fueron vendidos a Filanbanco”.MEJOR ILUMINACIÓNFinalmente rememoró Omar Quintana que el estadio Los Chirijos, de Milagro, se convirtió en esa época como una de las mejores canchas del Ecuador, acompañado con la más eficiente iluminación, inclusive se convirtió en una concentración como “hotel 4 estrellas” para los jugadores. “Fue una bonita época y espero que algún día pueda volver a resurgir ese ‘Súper 9’ de la década de los ochenta”, terminó Omar Quintana.